Si tomamos al Magnesio como ejemplo, digamos que el análisis de suelo nos mostró que tenemos una deficiencia de este elemento y que es necesario aportar 50 libras por acre de Magnesio (50 kg/ha aproximadamente). Agregar esa cantidad faltante debería darnos todo el Magnesio requerido para tener un cultivo muy saludable, sin embargo, esto no es necesariamente cierto, depende de los niveles de Calcio y de lo que esta sucediendo en el perfil del suelo, es decir, de muchos otros factores que no se toman en cuenta en el reporte del laboratorio.
Aprender a interpretar los reportes de análisis de suelo es un poco como aprender a hablar inglés. Esta analogía puede no ser tan familiar para aquellos que son hablantes nativos de ese idioma. Para mi, el inglés es una segunda lengua, no fue el primer idioma que aprendi a hablar; y cuando aprendemos a hablar inglés como segunda lengua, debemos recordar todas las excepciones que hay para cada regla. En algunos casos esa lista de excepciones es muy larga y lo mismo ocurre con los análisis de suelo. En muchos casos hay una larga lista de excepciones a las reglas y esto es algo que hemos llegado a admitir. No estoy señalando nada nuevo, nada con lo que los agrónomos y científicos de la ciencia del suelo no estén familiarizados. Es del conocimiento común, desde siempre, que los analisis químicos que realizamos, tienen limitaciones y que debemos entender las interacciones de los nutrientes para poder hacer recomendaciones correctas a partir de ellos.
Asi, tenemos que recordar todas las distintas interacciones de nutrientes y todas las excepciones a las reglas, por ejemplo, sabemos que cuando tenemos niveles de Magnesio realmente altos, se limita la disponibilidad de este elemento. También sabemos que tener niveles excesivos de Fósforo, limita la disponibilidad del mismo y que los que normalmente se consideran como valores adecuados para el Calcio, no son suficientes en suelos arenosos, que son más ligeros.
Para cada nutriente hay una lista de reglas o excepciones que debemos entender, al igual que sus interacciones (su interacción con la geología y con otros nutrientes en el perfil y con la biología del suelo), y tenerlas en cuenta cuando hacemos recomendaciones.
Sabemos que los niveles de Potasio, que aparecerían como muy deficientes, en realidad son muy adecuados en la mayoría de nuestros suelos agrícolas porque tienen niveles abundantes de Potasio en la matriz mineral del suelo, mismos que se pueden suministrar al cultivo cuando tenemos una buena biología.
Asimismo, sabemos que el análisis de suelo no informa el estado redox de los nutrientes y que en realidad no informa con precisión la disponibilidad de ellos. Un análisis típico de CIC generalmente tampoco informa acerca de los bicarbonatos y cloruros, que son extremadamente importantes para manejar la actividad biológica y la disponibilidad general de nutrientes.
Dentro de ese contexto, hemos observado que los datos del análisis de savia no se correlacionan con los datos del análisis de suelo, que estos dos no coinciden, por lo que decidimos creerles a las plantas, pues consideramos que son un indicador preciso de lo que realmente esta ocurriendo.
Los datos del análisis de savia nos muestran cómo interactúan los nutrientes dentro de la planta. A este respecto, hemos revisado y trabajado con decenas de miles de diferentes análisis de suelo provenientes de diferentes laboratorios y con decenas de miles de análisis de savia, en mas de 50 cultivos diferentes, en todo tipo de climas y entornos de cultivo, asi como tipos de suelo, principalmente en América del Norte y América Central, pero también hemos realizado algunos trabajos internacionales.
A manera de ejemplo a continuación veremos una tabla de datos para un nutriente, en la que podemos observar las correlaciones de nutrientes. Si observamos la columna del extremo izquierdo, podemos ver que se trata del Amonio. En la siguiente columna hacia la derecha se enlistan los diferentes cultivos, alrededor de 35. Esta información corresponde a un análisis de datos que realizamos en 2018, si mal no recuerdo. Desde luego hemos hecho trabajos con datos más recientes.
Lo que estamos presentando son las correlaciones de este nutriente en relación con todos los demás nutrientes reportados en un análisis de savia. La correlación puede variar de negativa a positiva, siendo el cero el punto neutral. Si tenemos una correlacion positiva, significa que tenemos una correlación perfecta uno a uno, mientras que, si hay una correlación negativa, significa que tenemos una correlación inversa perfecta. Revisamos y resaltamos con código de color algunas de las diferentes celdas que se muestran en la tabla, para que sea más fácil identificarlas y evitar sentirse abrumado con tantos datos, asi que solo vamos a centrarnos en forma rápida, en las columnas que aparecen resaltadas en color intenso.

Fuente: “Soil Testing 2.0: Build your Soil, Cut Costs & Increase Profits with Regenerative Agriculture”
A webinar hosted by AEA, featuring John Kempf