Dr. Tomas Dykstra
Todos los insectos prefieren nutrientes disueltos, si pueden conseguirlos.
En la siguiente imagen podemos ver diferentes tipos de azucares.

En la parte superior izquierda tenemos tres ejemplos de azúcares de seis Carbonos (hexosas): fructosa, galactosa y glucosa. Estos monosacáridos son algunos de los azúcares básicos para la vida. La fructosa es muy común en muchos frutos. La glucosa es la principal molécula que utilizamos para la digestión, en la que estas unidades individuales se dividen en sus seis componentes de Carbono.
La sacarosa es un disacárido, es decir, está formada por dos monosacáridos y en contraste con los azúcares simples que están formadas por 6 átomos de Carbono, la sacarosa tiene 12 atomos de Carbono.
Del lado inferior izquierdo de la imagen vemos a la rafinosa, que es un trisacárido, y en el lado derecho está la celulosa. La celulosa no es un monosacárido, un disacárido o un trisacárido, es un polisacárido que está compuesto de múltiples unidades de glucosa. Previamente mencionamos que la glucosa es el azúcar principalmente utilizado para nuestra digestión, por consiguiente, la celulosa debería ser extraordinariamente digerible o utilizable para nosotros, sin embargo, no es asi, no podemos digerir la celulosa. Si pudiéramos descomponer la celulosa en sus unidades de glucosa, entonces seríamos capaces de digerir un árbol, pero eso no es posible. Esto se debe al tipo de enlace con el que están unidas las moléculas de glucosa que la conforman. Se trata de un enlace glucosídico beta 1-4, y dado que no podemos romper ese tipo de enlace, no podemos comer celulosa, ni obtener energía a partir de ella.
Esto nos indica que asi como algunas cosas no son digeribles para los seres humanos, algunas otras tampoco son digeribles por los insectos.
Cerca del 50% de los azucares presentes en la savia de las plantas, que son producidas mediante el proceso de fotosíntesis, se envían a las raíces y son exudados al suelo. Es importante mencionar que este porcentaje puede variar, sin embargo, esto es parte de la razón por la cual podemos tener una planta sana.

La planta está fotosintetizando y produciendo azúcares como principal producto derivado de este proceso. Muchos de estos azucares están siendo utilizados por las hojas, las flores y el tallo, pero también son enviados a las raíces, en parte para que sean utilizados por ellas y en parte para ser exudados al suelo, en donde alimentarán a los microorganismos que lo habitan. Debemos saber que una planta sana necesita cuidar de si misma, tanto de su parte aérea como de la que se encuentra debajo del suelo, y necesita ayudar a los microorganismos que también van a ayudarla.
Asi pues, obtener azúcares es importante y por consiguiente la fotosíntesis es importante; y si la fotosíntesis es importante, significa que los grados Brix también lo son, ya que son una forma de medir indirectamente la tasa de fotosíntesis de la planta. En otras palabras, la estamos evaluándo de manera indirecta al medir el producto que resulta del proceso.
El siguiente grafico “Grados Brix de la hoja” nos muestra indicadores generales, con el propósito de que, ya sea que estemos comenzando a manejar los Brix, o bien que ya tengamos suficiente experiencia en ello, podamos tener una idea de lo que significa tener 5 Brix, versus 11 Brix, versus 14 Brix, por ejemplo, es decir, ser capaces de identificar lo que representan estos valores.
Podríamos decir que hay 20 niveles diferentes o más, de acuerdo a los valores que los Brix pueden alcanzar, sin embargo, en el 99% de los casos no vamos a superar los 20 Brix en una hoja, este valor generalmente se asocia con los frutos.
Para mayor claridad agrupamos los valores de grados Brix en 4 niveles que se muestran en diferentes tonalidades de color verde.

Fuente: “Why insects do not (and cannot) attack healthy plants” Dr. Thomas Dykstra
Webinar hosted by Regenerative Ag. John Kempf