En mi opinión, agricultura regenerativa es un tipo de agricultura en la cual es posible producir plantas con un nivel de sanidad tal, que son completamente resistentes a plagas y enfermedades, transfieren esa inmunidad a quienes las consumen como alimento (de hecho, es posible tener un debate legítimo sobre la producción de alimentos como medicamentos) y restablecen la sanidad del suelo, esto es, secuestran carbono, forman materia orgánica y promueven el desarrollo de poblaciones microbianas, al tiempo que estamos produciendo un cultivo.
Ha habido debates sobre agricultura sustentable, agricultura ecológica, incluso algunas empresas hablan de agricultura biológica. Hasta cierto punto, considero que todas estas ideas se refieren a la necesidad de tener comunidades microbianas activas en el suelo. Se trata de un tema muy común, hay mucha discusión en torno a la idea de utilizar cultivos de cobertura, hacer rotaciones de cultivos, asi como realizar labranza con conciencia, todo esto para regenerar la biología del suelo.
Visitando fincas en todo el Medio Oeste y en la costa Oeste durante los últimos 3 ó 4 meses, me he dado cuenta de que hay algunos problemas en nuestra mentalidad con respecto a la implementacion de una agricultura regenerativa, que aún no hemos superado; y no es posible tener suelos microbiológicamente activos, ni una agricultura verdaderamente regenerativa hasta que solucionemos algunos de ellos. Este es un punto muy importante, porque hay quienes muestran una resistencia ideológica a resolverlos, diciendo por ejemplo que no quieren labrar sus suelos para eliminar la compactación.
La realidad es que hoy en dia los suelos están tan microbiologicamente afectados y se han dañado tanto, que es necesario considerar todas las herramientas que tenemos, como opciones viables para remediar esta situación. Tenemos que estar dispuestos a hacer lo que sea necesario para llegar a donde queremos ir. Realmente esto fue lo que me motivo a titular este tema como “Agricultura antimicrobiana”.
Actualmente estamos haciendo muchas cosas en nuestros sistemas de producción, sin embargo, algunas de ellas tienen un marcado efecto antimicrobiano, lo cual es exactamente lo contrario de lo que queremos lograr como productores regenerativos de frutales y hortalizas.
En mi podcast, disfruto haciendo diferentes preguntas a los invitados. Una de las que he hecho en diversas ocasiones es: “Si pudieras tener una varita mágica y cambiar algo en la agricultura, ¿que sería?”
Gary Zimmer me dio una gran respuesta, de hecho, fue tan buena que la adopté, aun cuando tenía mi propia respuesta. La respuesta de Gary fue, que lo único que haría sería eliminar todas las aplicaciones de nitrógeno quimico, haría imposible que la gente lo aplique para que éste desaparezca por completo.
Creo que esta es una idea crucial, porque la síntesis de Nitrógeno del aire y la capacidad de aplicarlo a los suelos para obtener esa respuesta tan espectacular en los cultivos, fue la base de la Revolución Verde y nos permitió encubrir muchos de los daños que le estábamos haciendo al suelo, de ahí que se convirtió en un reemplazo para el sano manejo del mismo.
La razón por la que esta es una idea tan importante es que, si se eliminaran todas las aplicaciones de Nitrógeno quimico, significaría que deberíamos tener una nutrición vegetal centrada en la biología. Sabemos que la biología puede absorber, secuestrar y fijar del aire el 100 % de todo el nitrógeno que requiere un cultivo. Podemos producir cultivos de maiz de alto rendimiento, mas de 300 bushels por acre (20 175 kg/ha), sin aplicar Nitrógeno adicional al que proviene de los cultivos de cobertura y de la biología. En otras palabras, tendríamos un ecosistema agrícola activo y sano si no tuviéramos Nitrogeno quimico en absoluto. No obstante, en esta ocasión el tema no es el Nitrógeno, sino otras prácticas de manejo o mejor dicho, prácticas de mal manejo, que tienen un efecto igualmente dañino para la biología del suelo como en el largo plazo lo han tenido las aplicaciones de Nitrógeno quimico.
La realidad es que los agricultores y productores regenerativos deben manejar la actividad microbiana en su suelo como lo hace un técnico de laboratorio, lo que simplememte significa que se necesita hacer todo lo posible para tener un entorno óptimo, con el fin de desarrollar una biología tan abundante como sea posible.
La Dra. Elaine Ingham, una microbióloga muy prestigiada, al igual que algunos otros microbiólogos, han comprobado que la biología del suelo tiene la capacidad de liberar los minerales que se encuentran bloqueados en la matriz del suelo, poniéndolos a disposición de las plantas, y que no necesitamos aplicar ningún tipo de fertilizante.
He tocado este tema con Gabe Brown (uno de los pioneros del movimiento actual de la sanidad del suelo) y con la Dra. Kris Nichols (líder en el movimiento para regenerar los suelos) y hay un consenso cada vez mayor por parte de los principales productores regenerativos.
Fuente: “Antimicrobial Agriculture”
Webinar hosted by AEA, Featuring John Kempf
