EL USO DE LOS CULTIVOS DE COBERTURA PARA DESARROLLAR SUELOS SUPRESORES DE ENFERMEDADES 5ta Parte

Sabemos que cada cultivo tiene una relación simbiótica con cierto grupo de bacterias y otros organismos. Algunas plantas tienen relaciones simbióticas con grupos de bacterias que tienden a producir un efecto oxidante, mientras que otras tienen una relación simbiótica con grupos de bacterias que ocasionan un efecto reductor. Anteriormente describimos como los ambientes reductores o los ambientes oxidantes pueden cambiar la población bacteriana del perfil de suelo.

Ahora bien, el hecho de que las bacterias puedan ocasionar un efecto reductor o un efecto oxidante, hasta cierto punto está determinado por el ambiente del suelo, pero también está determinado por el tipo de cultivo, ya que dicho efecto es provocado por una bacteria asociada a éste, y esa bacteria tiene un efecto reductor sobre los minerales presentes en el suelo.

Los microelementos y minerales traza de naturaleza metálica como el Manganeso, Fierro, Cobre, Cobalto y demás, asi como también minerales como el Fósforo, Azufre, Nitrógeno, etc., pueden estar en forma oxidada o en forma reducida. Cuando tenemos suelos que en su mayor parte tienen bacterias reductoras en un ambiente reducido, dichas bacterias usarán electrones de todos esos minerales transformándolos a su forma reducida.

Desde una perspectiva bioquímica, las bacterias son el mediador entre lo que sucede en el entorno y lo que les sucede a los minerales en el sistema de suelo. En otras palabras, las bacterias pueden transformar los microelementos, minerales traza y otros nutrientes ya sea a su forma oxidada o a su forma reducida. Lo deseable es tener bacterias que los conviertan a sus formas reducidas, porque esto es muy importante para la absorción de nutrientes, lo cual en si mismo es todo un tema.

Lo más importante que debemos tener presente es que cada cultivo (ya sea cultivo comercial o cultivo de cobertura), tiene relaciones simbióticas con bacterias reductoras ó con bacterias oxidantes, y que estas cambiarán tanto la condicion del suelo como su comunidad microbiana para hacer que se vuelva más supresor de enfermedades o bien más promotor de enfermedades. El problema con muchas de nuestras prácticas de manejo agrícola hoy en día, es que hacemos muchas cosas que tienden a producir un efecto muy oxidante en el suelo. Aplicamos cal, fertilizantes nitrogenados y muchos agricultores todavía realizan labranza en sus suelos.

Muchas de las cosas que hacemos tienen un efecto oxidante, en consecuencia, muchos de nuestros suelos están demasiado oxidados, es decir, ya no hay suficiente efecto reductor en su sistema. De ahí que es necesario hacer algo para compensar este desequilibrio entre oxidación y reducción. Se trata de promover un efecto más reductor produciendo cultivos comerciales y cultivos de cobertura que estimulen a las bacterias reductoras en vez de a las bacterias oxidantes. ¿Cuáles son algunos de esos cultivos que tienen una relación simbiótica con bacterias supresoras de enfermedades?

En este sentido hay unos cuantos quie son excepcionalmente notables, pero hay muchos otros sobre los que tenemos información limitada y acerca de los cuales todavía estamos tratando de aprender más.

Uno de los cultivos que tiene un efecto reductor muy fuerte es el maíz no transgénico. Estoy enfatizando específicamente en la característica de no transgénicó, porque este tipo de maíz tiene un perfil de aminoácidos y un perfil de carbohidratos muy diferente al del maíz transgénico.

Cuando se produce maíz genéticamente modificado, el perfil alterado de aminoácidos y carbohidratos que la planta emite a través del sistema de raíces en forma de exudados, da como resultado un microbioma alterado. Así, el cultivo de maíz transgénico en realidad tendrá un microbioma de bacterias que fomentan las enfermedades (bacterias que tienden a ser oxidantes), en lugar de bacterias supresoras de enfermedades.

Dentro de las leguminosas forrajeras, la alfalfa es particularmente notable por tener un efecto supresor de enfermedades, también los tréboles dulces, el trébol rojo carmesí, el trébol blanco, etc. Todas las leguminosas forrajeras que conozco tienden a producir un fuerte efecto reductor, o sea un fuerte efecto supresor de enfermedades.

De entre los granos, sabemos que el trigo es particularmente oxidante y tiene relaciones simbióticas con bacterias oxidantes, sin embargo, no hay mucha información al respecto. He buscado arduamente información acerca de otros granos como la cebada, el centeno y la espelta, pero no he logrado encontrar mucho.

Hasta donde sabemos, la avena tiene un fuerte efecto reductor. Existe una historia realmente interesante acerca de un trabajo de mejoramiento genético en avena, que llevó a cabo alguien conectado conmigo. Hace muchos años, tengo entendido que a mediados de los 60´s, las avenas también tenían un efecto oxidante, pero hubo un brote, me parece que de mancha gris de la hoja. Esta enfermedad estaba muy extendida y diezmó el cultivo en toda Norteamerica.

Durante dos o tres años consecutivos, los genetistas estuvieron trabajando muy activamente para tratar de desarrollar variedades resistentes a dicha enfermedad, finalmente tuvieron éxito en ello y estas variedades se adoptaron rápidamente en todo el país.

Las nuevas variedades de avena eran resistentes a la mancha gris de la hoja debido a un aumento en las concentraciones de glucosinolatos en la savia de la planta, de tal forma que, cuando mayores concentraciones de estos compuestos eran emitidas a través de los sistemas de raíces en forma de exudados, ocasionaban una alteración del microbioma, cambiándolo de tener un efecto principalmente oxidante a uno principalmente reductor.

Esto me parece realmente interesante porque definitivamente habla de cómo el perfil nutricional y la integridad nutricional de una planta, tal y como se refleja en la expresión epigenética, puede cambiar la proliferación microbiana en el suelo. Un ejemplo de esto sería el caso del maíz transgénico versus el maíz no transgénico.

Otro cultivo de cobertura que se sabe que tiene efectos supresores de enfermedades muy fuertes es el trigo sarraceno.

Estos son los cultivos de los podemos decir que realmente tienen un efecto supresor de enfermedades, dicho de otro modo, de los que sus simbiontes bacterianos tienen un efecto reductor.

Por otro lado, los cultivos que sabemos que son particularmente oxidantes son el maíz, el trigo y la soya transgénicos, del resto, debo decir que no tenemos información.

Suponemos que probablemente las Brassicas y las mostazas (que pertenecen al mismo género), pueden ser reductoras, pero no lo sabemos a con certeza.

Falta mucha información y hay mucha tarea por hacer en ésta área, a fin de aprender a desarrollar suelos supresores de enfermedades.

Fuente: “Using Cover Crops to Develop Disease Supressive Soils”

                A webinar hosted by AEA. Featuring Jhon Kempf

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