MANEJO DEL NITRÓGENO EN EL SUELO Y EL SECUESTRO DE CARBONO 6ta Parte

Si queremos formar materia orgánica, establecer y desarrollar comunidades microbianas, y mejorar la sanidad del suelo, nuestras recomendaciones son las siguientes:

1.- Es prioritario generar niveles altos de Carbono soluble mediante la producción de cultivos verdaderamente sanos, con una alta eficiencia fotosintética que les permita estar enviando una gran cantidad de fotosintatos a las raíces para que estas a su vez puedan estar liberando exudados al suelo.

2.- Aplicar solamente el Nitrógeno necesario y cuando sea necesario. No realizar aplicaciones de Nitrógeno en otoño

3.- Estabilizar las aplicaciones de Nitrógeno con azufre utilizando Tiosulfato de amonio en una proporción de 10 a 1 e incluir sustancias húmicas y Molibdeno para reducir los requerimientos de aplicación de Nitrogeno.

En base al análisis de savia y a la experiencia de campo, puedo decir que muchos productores logran reducir sus aplicaciones de nitrógeno en un mínimo de 30% y probablemente más. La ventaja de trabajar con el análisis de savia es que en realidad estás midiendo lo que hay, no tienes que adivinar, es decir, sabes exactamente cuáles son los requerimientos nutricionales de la planta, y cuándo tienes cantidades suficientes de nutrientes, de tal manera que ya no necesitas adicionar más.

En lo que respecta a la estabilización del Nitrógeno, las aplicaciones más fáciles de estabilizar son los que se realizan en forma líquida. Para ello, sugerimos adicionar dos componentes al fertilizante líquido, el primero es tiosulfato de amonio. Digamos por ejemplo que se esta usando un fertilizante liquido 32-0-0 ó un 28-0-0, hay que adicionar tiosulfato de amonio hasta que obtengamos una proporcion Nitrógeno/Azufre de 10 a 1. En otras palabras, si estamos preparando líquido 28 y tiosulfato de amonio que es 12-26, entonces haríamos una proporción de 9 a 1; 9 galones de liquido 28 (34.0 litros) y 1 galón de tiosulfato (3.8 litros). Esto nos dará una proporción de Nitrógeno/Azufre de aproximadamente 10 a 1, suficiente para que la microbiología del suelo absorba rápidamente el Nitrógeno, lo incorpore a sus células y lo mantenga estable en el perfil.

Debemos tener suficiente azufre para retener el Nitrogeno, estabilizarlo y formar aminoácidos en esa población microbiana, de lo contrario, el Nitrógeno simplemente continuará su ciclo y se liberará.

El segundo componente que debemos integrar a la aplicación son sustancias húmicas.

Por otra parte, la forma óptima de Nitrógeno para hacer la aplicación durante el ciclo del cultivo (puede ser durante la temporada o al comienzo de ella), es la urea, incluida la urea líquida.

En los diferentes sitios en los que hemos trabajado, los productores han colaborado con proveedores locales para desarrollar fuentes de urea líquida. La fórmula 21-0-0 es una solución de urea pura y es un producto que funciona extremadamente bien, ya que se obtienen muy buenas respuestas de los cultivos en los que se utiliza.

La expresión “una libra de Nitrógeno no es una libra de Nitrógeno”, hace referencia a que no todas las fuentes de este elemento son iguales. Se puede obtener una respuesta de cultivo mucho mejor con urea que, por ejemplo, con líquido 28 o líquido 32. De hecho, se pueden adicionar menos kilos de Nitrógeno y obtener una mayor respuesta por parte de los cultivos, lo cual es algo realmente interesante.

Lo mismo ocurre con los aminoácidos. Hoy en día, los productores orgánicos tienen recursos mucho mejores para la aplicación de aminoácidos en polvo. Estos son solubles en agua y se pueden aplicar foliarmente en el cultivo o bien ponerlos en el sistema de riego, y con unos cuantos kilos por hectárea de aminoácidos es posible propiciar una excelente respuesta en el cultivo.

Podemos decir que una libra por acre de aminoácidos (1.12 kg/ha), nos dará en el análisis de savia, y en términos de comportamiento y rendimiento de la planta, el equivalente a aproximadamente 5.0 a 7.0 libras de Nitrógeno (2.3-3.2 kilos) en forma de líquido 28. Bioquimicamente, hay muchos motivos por los que esto ocurre, pero una explicación simple es que los aminoácidos aportan energía a la planta, mientras que el Nitrato y el Amonio le restan energía, esto se debe a que requieren de la energía de la planta para se procesados, de ahí que obtenemos una respuesta muy diferente por parte del cultivo.  

Fuente: “How to manage Soil Nitrogen and Carbon Sequestration”

                   Webinar hosted by AEA. Featuring by John Kempf

Sustacias húmicas

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