Si tenemos materia orgánica estable en el suelo, es decir humus estable, el Carbono se estabilizará.
Existen diferentes tipos de pruebas para evaluar la relación Carbono/Nitrógeno en el suelo, en consecuencia, el valor deseable para esta proporción puede variar y ser de 10:1 en algunas, de 20:1 en otras o incluso hasta de 30:1.
Ahora bien, cuando la proporción se reduce, significa que el nitrógeno aplicado se está convirtiendo en nitrato (NO3), y los procesos que se están llevándo a cabo en el perfil darán como resultado la degradación del Carbono existente y su liberación en grandes cantidades a la atmósfera en forma de Dióxido de Carbono.
En otras palabras, independiententre de los diferentes tipos de análisis que existen para determinar el valor de la proporción Carbono/nitrógeno en el suelo, de manera muy simple podemos decir que, cuando se aplica nitrógeno sintético soluble al perfil del suelo, esta proporción se reduce rápidamente, es decir, en vez de tener una relación de 10:1, vamos a tener una proporción de 6:1, lo que significa que el Nitrógeno aplicado se está convirtiendo en nitrato (NO3), así, los procesos que se desencadenan en el perfil van a ocasionar la degradación del Carbono y su liberación en forma dióxido de carbono en cantidades muy significativas.
De manera que no espere formar y acumular materia orgánica en el suelo mientras este realizando aplicaciones otoñales de más de 100 unidades de nitrógeno o incluso de sesenta unidades de este elemento, ya que mientras se esté haciendo eso, la materia orgánica se va a degradar. Esto no tiene sentido desde la perspectiva de sanidad del suelo, ni desde una perspectiva agronómica y tampoco desde la perspectiva de las necesidades nutricionales del cultivo y hay que tenerlo muy en cuenta. De hecho, puede probar la diferencia entre hacer una aplicacion de Nitrógeno durante la temporada de crecimiento en comparación con una aplicación otoñal.
Desde que comenzamos a usar el análisis de Savia no es raro que comencemos a trabajar en una granja y sus aplicaciones de nitrógeno se reduzcan entre un treinta y un sesenta por ciento; en algunos casos, incluso hasta el setenta por ciento, lo cual es muy considerable. El análisis de Savia nos dice exactamente cuánto nitrógeno tiene el cultivo, es decir, cuánto nitrógeno está obteniendo, y puede indicarnos que tiene mucho nitrógeno y por lo tanto no es necesario que agregar más.
Ocasionalmente escuchamos a los productores mencionar que se necesita determinada cantidad de unidades de nitrógeno para producir un bushel de grano. Por ejemplo, decir que se requiere una libra de nitrógeno para producir un bushel de maíz. Sin embargo, tenemos muchos productores que están produciendo un bushel de maíz con 0.7 libras de Nitrógeno o con 0.5 libras de nitrógeno, esto incluye cultivos de cobertura y nitrógeno a base de estiércol, y mientras esto ocurre, también están acumulando materia orgánica.
Es importante mencionar que una libra de nitrógeno no es una libra de nitrógeno; los aminoácidos y la urea se comportan de manera muy diferente en el suelo y en las plantas (es amonio versus nitrato).
Hay un articulo muy interesante acerca de un tabajo de investigación que se está llevando a cabo en Iowa, en el que se reporta que, mediante el uso de Nitrógeno radactivo como marcador, se ha encontrado que las plantas solo absorben el 20% del Nitrógeno que se está aplicando. Una parte de éste se lixivia y se volatiliza, otra parte es retenida en las comunidades microbianas que habitan el suelo (en los cuerpos de los microorganismos, pero mucho se pierde. Eso no significa que estemos aplicando nitrógeno en exceso en muchos de los cultivos con los que trabajamos.
Fuente: “How to manage Soil Nitrogen and Carbon Sequestration”.
Webinar hosted by AEA. Featuring by John Kempf