MANEJO DEL NITRÓGENO EN EL SUELO Y EL SECUESTRO DE CARBONO 3ra Parte

Otro factor limitante para el establecimiento de la microbiología en el suelo pueden ser las aplicaciones de agroquímicos realizadas a lo largo del tiempo, en especial aplicaciones de glifosato. Desde luego, también de todos los demás productos, pero hemos visto que este herbicida tiene un uso importante, por lo que realmente puede haber un efecto residual a largo plazo sobre la biología del suelo.

La gran diferencia entre los suelos en los que se obtiene una gran respuesta al inocular biología mediante la aplicación de tés de composta y en los que no, radica en la presencia de Carbono soluble; es decir, en esa fracción soluble de la materia orgánica que se encuentra en el perfil del suelo.

Es importante mencionar que no hay necesariamente una correlación entre el contenido de materia orgánica total de un suelo y su contenido de Carbono soluble. Por ello, es posible tener suelos fértiles, con una capa superficial de color negro y un contenido de materia orgánica de 5.0%, pero sin Carbono soluble (como ocurre en algunos sitios en Iowa o Illinois), y viceversa, es posible tener suelos muy arenosos con 0.5% de materia orgánica, pero con abundante carbono soluble, en los qué, en consecuencia, se obtiene una magnifica respuesta microbiana (por ejemplo, en algunos sitios en Idaho o Florida).

Entonces no solo se trata de la cantidad de materia orgánica total contenida en el suelo, sino específicamente de que la que está presente, pueda ser digerida y utilizada como fuente de alimento por la biología que lo habita.

En algunas granjas hemos realizado aplicaciones otoñales al suelo para inocular microbiología en condiciones a las que los productores nos referimos como “suelos completamente secos”, y hemos obtenido una respuesta muy importante. Como lo mencionamos anteriormente, esto se debe a que la biología realmente puede aprovechar el agua que para nosotros no es visible y que se encuentra adsorbida en los coloides del suelo, por lo cual parece no estar presente.

Ahora bien, hay una segunda fuente de agua para la biología del suelo. Recordemos que las plantas utilizan CO2 y agua para fabricar su biomasa, ya que conforman su estructura a partir de los carbohidratos. El investigador Bruce Tainio usualmente describía cómo, a medida que los microorganismos degradan los compuestos de Carbono de los residuos de cultivos en el perfil del suelo, pueden generar el agua que necesitan para su propio uso, no un excedente, pero si producirán la suficiente cantidad para ellos mismos. En otras palabras, durante el proceso de digestión de los residuos vegetales los microorganismos recuperan parte del agua que se utilizó para formar esa biomasa vegetal.

Por otra parte, cuando pensamos en desarrollar Carbono soluble en el perfil del suelo, la pregunta que debemos hacernos es: ¿Cómo construimos niveles mucho más altos de este componente? En otras palabras, ¿Cómo ponemos más alimento en el suelo para la biología que lo habita?

La clave para formar Carbono soluble es aprovechar la energía fotosintética producida por las plantas. Esto podemos hacerlo con la biomasa de la parte aérea de los cultivos de cobertura y también con la de los cultivos comerciales que estamos produciendo. Sin embargo, la forma más rápida y efectiva de producir materia orgánica en el suelo es a partir de los exudados y la biomasa de las raíces. Ahora bien, no solo se trata de formar Carbono soluble, sino también de mantenerlo, y aquí es donde debemos considerar el manejo del Nitrógeno.

Fuente: “How to manage Soil Nitrogen and Carbon Sequestration”

                   Webinar hosted by AEA. Featuring by John Kempf

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