La cúrcuma (Curcuma longa L.) es una planta monocotiledónea de la Familia Zingiberaceae, originaria del sudeste asiático. Es conocida mundialmente como especia aromática y utilizada en la gastronomía asiática para dar un toque de color y sabor picante a los platillos. Los compuestos fitoquímicos presentes en su característico rizoma anaranjado, los curcuminoides, le confieren a esta planta importantes propiedades medicinales. (Saiz de Cos, 2014).
El origen de la cúrcuma es la India y la zona meridional de Vietnam (BENAVIDES et al., 2010). No se puede encontrar la cúrcuma en estado silvestre, aunque se haya adaptado a algunas de estas regiones con clima húmedo y suelos fértiles con textura limosa. Es una planta tropical, que crece en zonas cálido-húmedas con una alta pluviosidad (http://bioweb.uwlax.edu/). Se puede encontrar desde Polinesia y Micronesia hasta el sudeste asiático, desarrollándose bien en zonas de selva alta y selva baja. Necesita temperaturas de entre 20 y 30 °C y una considerable cantidad de lluvia para prosperar, particularmente durante los siete a diez meses del cultivo. Necesita altos niveles de luz para crecer, por lo que se localiza en campos abiertos. Crece mejor en suelos francos, fértiles y bien drenados con pH ligeramente ácido (5.0 a 6.0). Sangli, una ciudad en el sur de la India, es uno de los mayores productores de esta planta, cultivan sus rizomas por su utilización como especia (MONTAÑO y MONTES, 2004). (Saiz de Cos, 2014)
El rizoma anaranjado de la cúrcuma es la parte de la planta que se cosecha, debido a sus usos en el mercado o la industria. La cúrcuma es y ha sido utilizada en gastronomía e industria alimentaria, en medicina, cosmética natural y ritos espirituales. (Saiz de Cos, 2014)
El rizoma de la cúrcuma fue adoptado como producto medicinal por el Comité de Productos Medicinales Herbales (Committee on Herbal Medicinal Products-HMPC) el 12 de noviembre de 2009. Esta planta ha sido usada en multitud de sistemas de medicina tradicional (China, hindú y Ayurvédica) para aliviar problemas digestivos, como un antiinflamatorio y en uso tópico por su capacidad de cicatrización (BLUMENTHAL et al., 2000; TAYLOR y LEONARD, 2011). Los responsables de la bioactividad de la cúrcuma son los curcuminoides, especialmente la curcumina, compuesto fenólico del metabolismo secundario explicado más adelante (WITKIN y LI, 2013). Existen distintas preparaciones de esta planta medicinal. Puede tomarse el rizoma en polvo o triturado en infusión, para su uso externo se realizan tinturas utilizando como disolvente etanol al 70%, o pueden realizarse extractos secos obtenidos con etanol al 96%. (Saiz de Cos, 2014)
La curcumina tiene varios efectos medicinales comprobados científicamente, como la reducción de inflamación en caso de artritis, prevención de arteriosclerosis, efectos hepatoprotectores, desordenes respiratorios y gastrointestinales, afecciones de la piel como psoriasis o eczemas, prevención de cáncer y capacidad antioxidante (VISTEL VIGO et al., 2003). (Saiz de Cos, 2014)
La curcumina es capaz de aliviar problemas inflamatorios relacionados con esclerosis múltiple, artritis reumatoide y psoriasis al modular la señal de las citoquinas, un tipo de moléculas proinflamatorias. Esta capacidad antiinflamatoria en parte se debe a su capacidad de inhibir la síntesis de prostaglandinas inflamatorias (WITKIN y LI, 2013). Un estudio con 45 pacientes que padecían artritis reumatoide, con un tratamiento con dosis de 500 mg de curcumina al día redujo significativamente los niveles inflamatorios sin causar efectos adversos (CHANDRAM y GOEL, 2012). También tiene efectos anticancerígenos, es capaz de reducir el crecimiento de tumores y modular los problemas secundarios asociados al cáncer como fatiga, depresión o insomnio (WITKIN y LI, 2013).
La curcumina inhibe directa e indirectamente la ciclooxigenasa-2 (COX-2), proteína crucial en la cascada de inflamación que ha sido relacionada con ciertos cánceres. En células cancerígenas, la curcumina muestra una capacidad antiinflamatoria y una reducción del crecimiento celular inhibiendo la expresión de las interleucinas IL-1 ß, IL-6 y el factor de necrosis tumoral-α (TNF- α) (TAYLOR y LEONARD, 2011). Asimismo, tiene una poderosa acción antimicrobiana, inhibiendo el crecimiento de bacterias patógenas, virus y hongos (incluyendo Candida albicans, Candida krusei y Candida parapsilosis).
Referencias:
La Finca de Hoy. (6 de Junio de 2017). Establecimiento del cultivo de cúrcuma | La Finca de Hoy. Obtenido de https://www.youtube.com/watch?v=p3hCqzPhr-o
Sait, G. (15 de Febrero de 2019). Turmeric – Potent Protection from the Truly Amazing Curcumin Cure-all. Obtenido de Nutrition Matters: https://blog.nutri-tech.com.au/curcu-life/
Saiz de Cos, P. (2014). Cúrcuma I (Curcuma longa L.). Reduca (Biología). Serie Botánica. , 84-99.

Imagen: Cúrcuma longa: rizoma, cortes y polvo. Simon A. Eugester/ CC BY-SA