MALEZAS, ENFERMEDADES, PLAGAS Y BAJA FERTILIDAD, MENSAJES DE LA NATURALEZA DE QUE FALTA VIDA EN EL SUELO 7ma Parte

La fracción mineral del suelo contiene una gran diversidad de nutrientes, mismos que la planta necesita en un equilibrio adecuado para desarrollarse. No obstante, normalmente solo prestamos atención a algunos de ellos, por ejemplo, el Nitrógeno, el Fósforo, el Potasio, o el Azufre.

Ahora bien ¿cómo asegurarnos de tener todos los nutrientes en el suelo? De hecho, ya están ahí, no es necesario volver a aplicarlos. Pongamos el caso del Calcio, si por ejemplo nuestro suelo tiene 15 000 ppm de este elemento, ¿por qué estamos aplicando cal o yeso? Por un lado, no necesitamos Calcio y, por otro lado, si logramos tener el equilibrio adecuado de bacterias y hongos, no tendremos problemas a causa de un pH bajo. La única forma de que el pH sea menor de 5.5 es que el suelo se vuelva anaerobio. Los microorganismos anaerobios producen ácidos tóxicos y esto es lo que baja el valor del pH. Desde luego, en este caso se pierde la capacidad para hacer frente a los problemas de plagas y enfermedades, y se prepara el escenario favorable a la presencia de malezas. De ahí que necesitamos recuperar la biología benéfica en el suelo, pues mediante ella, obtenemos todos los nutrientes que necesitan nuestras plantas.

Algunos suelos tienen en promedio más de 2,000 ppm de Nitrógeno en su componente mineral (arena, limo y arcillas), si además tienen materia orgánica, puede haber todavía más Nitrógeno. Entonces, ¿alguien necesita aplicar estiércol para aumentar la cantidad de Nitrógeno presente? si ya contamos con más de lo que se requiere, no es necesario.

Por otra parte, los nutrientes están reponeniendose diariamente, porque las bacterias y los hongos continuamente están descomponiendo las rocas y los guijarros que hay en el suelo, asi que, ¿Por qué estar preocupándose por la nutrición de nuestras plantas?

Ahora bien, ¿en que forma están presentes esos nutrientes en el suelo?

Los nutrientes forman parte de la estructura cristalina de la arena, el limo y la arcillas. Si tomáramos un gramo del suelo y pudiéramos liberar en forma soluble todos los nutrientes que se encuentran ahi, se podrían cubrir 10 acres de terreno con el Nitrógeno suficiente para proveer a las plantas que se encuentren en esa superficie. De ahí que, tenemos que asegurarnos de que ésta cantidad de nutrientes sean extraidos de la arena, el limo y las arcillas. Y, ¿quien se encarga de hacer esa extracción?, ¿Cómo se liberan los nutrientes que están contenidos en nuestro suelo? y ¿cómo se convierten a una forma disponible para las plantas?

El proceso de fotosíntesis se lleva a cabo en la parte aérea de la planta. Mediante este proceso, la planta absorbe energía solar (luz) y la almacena en forma de compuestos de carbono, principalmente azúcares. Una buena parte de esos azúcares es enviada a las raíces, y cuando la planta se da cuenta de que le hace falta algún nutriente, ya sea Calcio, Magnesio, Sodio, Boro, Fierro, o cualquier otro, las raíces liberan un exudado al suelo para decirle a una bacteria específica que la planta necesita por ejemplo Boro. De esta forma, la planta le indica que produzca la enzima necesaria para extraer dicho elemento de las estructuras cristalinas que conforman la fracción mineral del suelo (arena, limo y arcillas). Tanto las bacterias como los hongos “atienden” las necesidades de la planta, y asi llevan a los nutrientes a formar parte de su biomasa.

La planta libera diferentes sustancias en forma de exudados que sirven de alimento a bacterias y hongos y a su vez les indica que obtengan determinado nutriente que no tiene en cantidades adecuadas, ya sea Calcio, Boro Zinc, Fierro, etc, lo que sea que ella pueda necesitar. En otras palabras, la planta tiene el control de su propia vida, de su propia nutrición. No necesita que estemos insistiendo en que requiere de más Nitrógeno, por ejemplo. De hecho, si pudiera, la planta nos diría, mira, necesito de todos estos otros nutrientes para equilibrar el Nitrógeno.

Las bacterias y los hongos retienen todos los nutrientes necesarios para que la planta pueda crecer y desarrollarse de manera saludable. En otras palabras, son el “almacen” de comida de nuestras plantas, ya que mantienen todos los nutrientes en su lugar y en las formas disponibles para ellas.

Debido a la alta concentración de bacterias y hongos que se encuentran en la zona de las raíces, los protozoos, nematodos, microartrópodos y lombrices de tierra, son atraídos hacia ese lugar y ahí se alimentan de ellos.

Es importante mencionar que las bacterias y los hongos son los dos grupos de microorganismos en este planeta que tienen la mayor concentración de nutrientes en sus cuerpos y, dado que la concentración de nutrientes es demasiado alta en esa biomasa bacteriana y fúngica, cuando estos depredadores se los comen (los protozoos, nematodos o microartrópodos), tienen que liberarlos, y lo hacen en una forma disponible para las plantas y ¿dónde dejan los nutrientes? justo al lado de la raíz.

Siempre que los microorganismos benéficos estén presentes y activos en el suelo o bien tan pronto como el suelo se vuelva a repoblar con ellos, este sistema de reciclaje de nutrientes estará funcionando, por lo que nunca tendremos que preocuparnos de que las plantas no obtengan nutrientes suficientes.

Fuente: “Messages from Nature that Life is Lacking in the Soil” Dr. Elaine ingham

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