Al decidir la cantidad de inóculo que se debe agregar al sustrato para las macetas en donde se cultivarán las plántulas, es necesario considerar la capacidad de éste. En investigaciones realizadas por el Rodale Institute, la producción promedio de inóculo fue de 82 ± 20 propágulos por cm3. Sin embargo, en otro estudio, se observaron un promedio de 503 y 240 propágulos por cm3 para las diluciones 1: 4 y 1: 9 de composta de residuos de jardín y vermiculita, respectivamente (Douds et al. 2006). En cualquier caso, solo se necesitarían varios centímetros cúbicos por maceta para suministrar la cantidad objetivo de 100 a 200 propágulos por planta.
Aunque en teoría solo se necesita una pequeña cantidad de inóculo del sustrato preparado, se sugiere usar una cantidad relativamente más alta, debido a la dificultad de obtener una mezcla completamente heterogénea. Un estudio probó con una proporción 1:9 y 1:19 dilución del medio inoculado : sustrato de plantación (volumen:volumen) utilizando un inóculo con 120 propágulos por cm3 (Douds 2009). Se plantaron ocho híbridos diferentes de pimientos y tomates y se establecieron en charolas de 50 celdas (70 cm3 por celda). Después de cuatro semanas, los tomates promediaron 30.5% y 12.9% de colonización de la longitud total de su raíz para las diluciones 1:9 y 1:19, respectivamente mientras que la colonización por HMA (hongos micorrícicos arbusculares) de los pimientos promedió 14.8% y 8.0%. Todos estos grados de colonización son suficientes para promover el crecimiento o incrementar el rendimiento. En última instancia, el tamaño de la celda determinará qué concentración se debe utilizar. Para asegurar una cantidad suficiente de propágulos por celda, se debe usar una concentración 1:9 en celdas de 50 cm3 o más pequeñas y para celdas más grandes se puede usar una concentración de 1:19.
Adaptando las prácticas de invernadero
Dada la sensibilidad de la micorrización a los niveles moderadamente altos de fósforo, es importante asegurar que se modifique el régimen de fertilización en invernadero para las plántulas inoculadas.
La disponibilidad de fósforo condiciona directamente el nivel de colonización de las raíces al impactar el crecimiento de las hifas del HMA e indirectamente a través del efecto de la concentración de Fósforo en el tejido vegetal, es decir en la exudación de las moléculas de señalización de las raíces. Las investigaciones muestran claramente una relación inversa entre la disponibilidad de Fósforo y la colonización de hongos micorrízicos. El reto es identificar una mezcla adecuada de sustrato y un régimen de fertilización que produzcan plántulas con niveles satisfactorios de colonización, acordes con las plantas cultivadas en condiciones de niveles estándar de Fósforo.
Para los productores convencionales, se sugiere utilizar una mezcla para macetas comercial estándar complementada con una solución nutritiva baja en Fósforo (Douds 2009). Se sugiere una aplicación de Fósforo de 3.0 ppm o menos, no más de tres veces por semana. La fertilización tres veces por semana con soluciones que contengan 31.0 ppm de Fósforo (o más) resultan en una ausencia efectiva de colonización por HMA.
La recomendación para los productores orgánicos es más complicada que para los productores convencionales, debido a la dificultad de controlar con precisión los niveles de Fósforo. De inicio, se sugiere usar una mezcla para producción de plántula compatible con la agricultura orgánica. En un estudio realizado por el Rodale Institute, se utilizó una mezcla aprobada para su empleo en agricultura orgánica (mezcla NP de Living Acres, New Sharon, ME) con un análisis de NPK de 0.4-0.5-0.3. El fabricante recomienda que no se agreguen nutrientes a las plántulas cultivadas en este medio en el invernadero.
El medio sin mezclar se comparó con tratamientos que incluían el medio con vermiculita y fertilización suplementaria. La colonización de las plantas cultivadas en el medio sin mezclar fue incluso mejor que la obtenida en algunos invernaderos manejados de manera convencional, por lo que se recomienda la mezcla orgánica comercial sin enmendar como punto de partida. Si el medio de cultivo requiere fertilización adicional, se sugiere usar una solución baja en Fósforo, como el hidrolizado de pescado.
Es importante que los productores orgánicos que elaboran su propio medio de cultivo, consideren la disponibilidad de nutrientes en su mezcla. Si la preparación del medio incluye composta, puede ser importante reducir la cantidad de esta para limitar la disponibilidad de Fósforo. La complicación aquí, por supuesto, es la reducción concomitante en la disponibilidad de otros nutrientes también. La prueba de invernadero hecha por el Rodale Institute, incluyó tratamientos con composta al 10% y al 50%. Los tratamientos de los medios se modificaron con dos regímenes de fertilización, una vez por semana o tres veces por semana con un fertilizante hecho a base de hidrolizado de pescado (12-0.5-1). La baja colonización observada en todos los tratamientos orgánicos mostró que los niveles de Fósforo eran demasiado altos, incluso en el medio de compost al 10% con fertilización poco frecuente. Sin embargo, en otro ensayo, la mezcla comercial orgánica base con composta al 10% produjo plántulas de maíz con una colonización de la longitud de la raíz del 19% después de 19 días; lo cual es un nivel adecuado.
Si bien estos diferentes niveles de colonización ilustran las diferentes respuestas de los distintos cultivos, también demuestran la necesidad de continuar buscando una receta de medio de cultivo ideal que tenga los niveles de nutrientes apropiados para promover la colonización.
Poniendo el sistema en marcha
La producción de inóculo en las empresas agrícolas mejora el aprovechamiento de los beneficios de los hongos micorrícicos arbusculares (HMA). Este esquema de micorrización de bajo costo es fácil de integrar en cualquier sistema agrícola debido al poco tiempo y poco trabajo requerido. Sólo es necesario evaluar y planificar con anticipación para que este esquema sea exitoso, asimismo es importante recordar que se requiere una temporada completa para producir el inóculo.
Referencias:
Lohman, M., Ziegler-Ulsh, C., & Douds, D. (8 de Diciembre de 2010). HOW TO INNOCULATE ARBUSCULAR MYCORRHIZAL FUNGI ON THE FARM, PART 1. Obtenido de Rodale Institute: https://rodaleinstitute.org/science/articles/how-to-innoculate-arbuscular-mycorrhizal-fungi-on-the-farm-part-1/