Eligiendo una planta hospedera
El factor más importante al elegir una planta hospedera es seleccionar aquella que promueva el desarrollo de las micorrizas. Algunos cultivos como la espinaca, la remolacha azucarera, y las plantas de la familia de la mostaza no forman simbiosis con los hongos micorrícicos arbusculares (HMA). Las especies vegetales que forman asociación con este tipo de hongos son los pastos, por ejemplo, el pasto bahía (Paspalum notatum Flüggé), que se ha utilizado ampliamente.
Además, para prevenir la propagación de patógenos, la planta huésped debe ser de una familia diferente a la del cultivo a establecer. Debido al hecho de que el inóculo está dirigido a los productores de hortalizas, el pasto bahía, es un hospedante ideal. Finalmente, como planta tropical, el pasto bahía morirá debido a las heladas y no se convertirá en una maleza en el campo.
Hasta el momento, no hay disponibilidad comercial de plántulas de pasto bahía, y para utilizar este pasto como planta hospedera, los agricultores deben establecer sus propias plántulas. Esto es sencillo, simplemente se germinan semillas de pasto en vermiculita o en un sustrato de germinación y las plántulas se trasplantan en macetas cónicas de plástico llenas de una mezcla de arena y suelo. Estas macetas cónicas producen plántulas con raíces largas. Cuando se trasplanta en las bolsas de compost inoculado, el cepellón largo entrará en contacto con los propágulos en la profundidad de la bolsa más rápidamente que lo que lo hacen las plántulas producidas en macetas menos profundas. La mezcla de arena y suelo que se usan en las macetas cónicas está conformada por 1 parte de suelo y 3 partes de arena (vol/vol). Es necesario utilizar suelo esterilizado y arena gruesa (para piscina). Si las plántulas de pasto se cultivan en un medio típico para macetas de invernadero, es probable que las plantas muestren deficiencia de fierro.
El proceso de germinación del pasto y el establecimiento de las plántulas generalmente se inicia en el invernadero cuatro meses antes de la fecha de la última helada para que las plantas se puedan trasplantar lo antes posible después de la temporada de heladas.
Encontrando la proporción ideal para el sustrato
Cuando las plántulas hospederas están listas para ser trasplantadas, es importante hacerlo a un medio apropiado. La disponibilidad de nutrientes del medio tiene un impacto significativo en el número de propágulos de hongos micorrícicos producidos. Las plantas cultivadas en situaciones de alto contenido de nutrientes, especialmente alto contenido de fósforo, pueden limitar la colonización de sus raíces por parte de las HMA y, por lo tanto, la proliferación de estos hongos es reducida. La posibilidad de usar suelo puro, compost puro o suelo combinado con vermiculita ha sido descartada debido a la baja colonización y / o baja producción de esporas de HMA observada cuando se utilizan estos medios. No obstante, determinadas mezclas de compost son adecuadas en la producción de inóculo de micorrizas.
Como medio rico en nutrientes, el compost proporciona todos los nutrimentos necesarios para el crecimiento del pasto, así como una amplia gama de microorganismos que benefician la sanidad del suelo y suprimen las enfermedades de las plantas, sin embargo, debido a la alta concentración de Fósforo en la composta, ésta debe mezclarse con un sustrato pobre en nutrientes como la vermiculita, perlita o turba (peat moss). Otro beneficio de esta mezcla es que el medio resultante es más ligero, por lo que puede recuperarse y reutilizarse fácilmente.
La proporción óptima de la mezcla de composta varía de acuerdo a la especie del HMA y el tipo de composta utilizado. Algunos experimentos han demostrado que para las compostas ricas en Nitrógeno, deficientes en Fósforo y con niveles moderados de Potasio (compostas hechas con residuos de jardín, o una composta a base de hojas y estiércol de ganado lechero) las proporciones adecuadas en las mezclas fueron: 1 parte de composta y 2 a 4 partes de sustrato con pobre contenido de nutrientes. Por otra parte, en las compostas ricas en Fósforo, con bajo contenido de Nitrógeno y niveles moderadamente altos de Potasio (una composta microbiana controlada) las proporciones adecuadas en las mezclas fueron de 1:19 o 1:49.
También se ha evaluado la efectividad en la producción de inóculo, empleando perlita, vermiculita y turba (Douds et al., 2010). En este caso, el inóculo se puede producir con éxito con todas las alternativas de medios pobres en contenido de nutrientes. La producción de esporas de todos los HMA estudiados no fue significativamente diferente entre las mezclas que usaron los sustratos mencionados. Sin embargo, un bioensayo utilizado para determinar la densidad de los propágulos de HMA, mostró que generalmente la vermiculita tiende a producir más propágulos que los medios de cultivo a base de turba. Se cree que las láminas que forman la vermiculita pueden ser un entorno ideal para el crecimiento y el desarrollo de las hifas micorrícicas. Las poblaciones de esporas y la colonización de raíces encontrada en los tres diferentes sustratos apoyan esta teoría.
Esta mezcla se usa para llenar tres cuartos de bolsas de plástico de siete galones (26.5 litros aprox.). El suelo de los campos de cultivo se mezcla en cada bolsa como iniciador de inóculo, y las plántulas de pasto se plantarán en esta mezcla. La cantidad total de medio necesaria depende del número de plantas que se inocularán en la primavera siguiente. Para obtener más información sobre los requerimientos de inóculo, se puede consultar la siguiente guía:
Quick and Easy Guide to On-Farm Mycorrhizae Inoculum Production (https://rodaleinstitute.org/science/articles/quick-and-easy-guide-on-farm-production-of-arbuscular-mycorrhizal-fungus-inoculum/)
Referencias:
Lohman, M., Ziegler-Ulsh, C., & Douds, D. (8 de Diciembre de 2010). HOW TO INNOCULATE ARBUSCULAR MYCORRHIZAL FUNGI ON THE FARM, PART 1. Obtenido de Rodale Institute: https://rodaleinstitute.org/science/articles/how-to-innoculate-arbuscular-mycorrhizal-fungi-on-the-farm-part-1/