APLICACIÓN DE MICROORGANISMOS Y DE MINERALES

Los microorganismos facilitan la absorción de nutrientes, ya sea en el suelo, en nuestro intestino o en la superficie de las hojas. Reconocer este hecho es un requisito previo, si buscamos abandonar paradigmas antiguos e improductivos.

Los fertilizantes ácidos / salinos, los agroquímicos de rescate, los antibióticos y los fármacos para el tratamiento de los síntomas ocasionados por las enfermedades, forman parte del enfoque “científico” impulsado por la agricultura y la medicina convencional.

La definición de la palabra «ciencia» implica la «adhesión a las leyes y principios naturales», sin embargo, gran parte de lo que hemos hecho en nombre de la producción de alimentos y el cuidado de la salud ha sido todo menos científico (Graeme, 2012).

Un tema común de esta pseudociencia centrada en los síntomas, es la obtención de beneficios a expensas de la sustentabilidad. En lo que respecta a la agricultura convencional, en muchos casos, los productores han ignorado la parte biológica, es decir, hay científicos en el área agrícola que nunca han considerado a la biología del suelo, y este descuido ha traído como consecuencia tener que pagar un precio muy alto.

Las prácticas agrícolas y el uso de agroquímicos han diezmado la biología benéfica en el suelo, reduciendo así su capacidad para suprimir enfermedades y por ende aumentando la necesidad de intervención química.

La esencia de trabajar con la naturaleza, más que en contra de ella, implica nutrir la biología en todos los frentes. Esto es particularmente importante por el vínculo que existe entre la nutrición y el apoyo inmunológico de las plantas, debido a que la biología y la absorción de nutrientes están directamente relacionadas.

APOYANDO LA SINERGIA

La suplementación mineral al suelo idealmente debería involucrar la inclusión de biología para mejorar el desempeño de los nutrientes aplicados. Se ha descubierto que la combinación de un probiótico con un suplemento mineral aumenta la absorción de este hasta en un 45%. De manera similar, la inclusión de composta con fertilizantes puede promover una mejora comparable. Es una oportunidad desperdiciada aplicar un té de composta o un fertilizante líquido sin agregar un poco de inóculo microbiano; ya que siempre se requerirá mucho menos fertilizante cuando se estimule la absorción de nutrientes mediante microbiología.

La sinergia funciona en varios niveles:

En nuestro intestino, los organismos probióticos ayudan a la digestión de alimentos y suplementos, así como a la transferencia de nutrientes del intestino hacia la sangre.

En el suelo, los microorganismos benéficos funcionan como “el estómago” de la planta. Mediante exudados de las raices, la planta comparte alrededor del 40% de su producción de azúcares (simples y complejos) y otros compuestos con estos microorganismos para garantizar que se maximice la mineralización y el reciclaje de nutrientes. Por otra parte, los microorganismos que se encuentra en la superficie de la hoja (filósfera), para acceder a los fotosintatos producidos por la planta, producen sustancias bioquímicas que estimulan la absorción foliar de nutrientes. Estos organismos también ayudan a la planta, liberando CO2, que estimula la apertura estomática y mejora aún más la absorción de la nutrición foliar.

El objetivo del agricultor, cuando utiliza fertilizantes ácidos / salinos, es reducir el impacto y las dosis de aplicación de estos costosos insumos mediante la amortiguación con Carbono y el aumento de la eficiencia de los fertilizantes por acción de los microorganismos. La combinación de minerales y microorganismos determinan tanto la productividad como la resiliencia de los cultivos, aquí es donde los fertilizantes compostados entran en juego. Los agricultores pueden inocular los suelos con microorganismos posteriormente a la aplicación de minerales. Siempre es conveniente aplicar los fertilizantes junto con abonos, o bien adquirir un fertilizante compostado bien formulado que proporcione minerales y microorganismos benéficos.

SEIS SECRETOS SOBRE LA SINERGIA

-Los requerimientos de fertilizantes minerales pueden reducirse considerablemente cuando se inoculan primero los microorganismos al suelo y posteriormente se aplican los minerales. En algunos casos, se puede aplicar sólo el 10% de las recomendaciones del análisis de suelo y aun así lograr un buen resultado, cuando esos minerales se combinan con composta.

-Una aplicación foliar típica de zinc quelado puede ser de aproximadamente 5.0 litros por hectárea. Si el zinc se combina con un té de composta, es posible obtener una respuesta satisfactoria con una dosis de tan solo un litro por hectárea.

-Siempre es una buena idea incluir prebióticos junto con los microorganismos. Esto mejorará tanto el efecto como la colonización. Los prebióticos favoritos de los microorganismos incluyen los tres insumos más importantes de la agricultura biológica, los humatos, el pescado y las algas.

-Es importante tener cuidado al incluir Cobre tanto en tés de composta, inóculos o composta, ya que el cobre es un biocida que elimina tanto hongos como bacterias. La regla general es limitar la aplicación de este elemento a una dosis de 1.0 kg por tonelada de composta o bien a 100 gramos por 100 litros de té de composta.

-El mejor resultado se logra cuando los aportes de fertilizantes minerales se combinan con la composta al finalizar la fase de calentamiento (termófila) del proceso de compostaje (que generalmente se completa después de dos semanas). Se debe tener cuidado con la inclusión de cal, ya que puede cambiar el pH del material de compostaje y en consecuencia desacelerar la biodegradación. En este caso, la regla general es no superar los 100 kg de cal por tonelada de material de compostaje,  sin embargo, si es necesario, se puede incorporar más cal en el producto final justo antes de la aplicación.

-Los humatos a base de lignito que contienen acido húmico de liberación lenta, son un excelente ingrediente para la composta, ya que ayudan a estabilizar, incrementar y retener los nutrientes, al tiempo que proporcionan un muy deseable efecto «lonchera».

Lo ideal es adicionar 100 kg de humatos por cada tonelada de composta. Esto es suficiente para quelar el componente mineral una vez que el ácido húmico y fúlvico (poderosos agentes quelantes naturales) se han liberado del carbón a través del proceso de mineralización llevado a cabo por los microorganismos.

EN CONCLUSION

Hemos practicado la agricultura extractiva durante gran parte del siglo pasado, tratando de solucionar los problemas generados por este sistema de producción con la aplicación de agroquímicos que cada vez son más costosos. Es momento de volver a una ciencia agrícola genuina y eso implica trabajar más de cerca tanto con los microorganismos como con los minerales del suelo.

REFERENCIAS:

Graeme, S. (10 de Mayo de 2012). Nutrition Matters. Obtenido de Putting the Microbes Behind the Minerals: https://blog.nutri-tech.com.au/microbes-behind-minerals/

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