Diseñar un sistema agrícola orgánico que busque unir los principios de sostenibilidad y productividad es un trabajo complejo. Los agricultores orgánicos deben considerar cómo los diversos componentes de su sistema (rotaciones de cultivos, manejo integrado de plagas, enfermedades y malezas y la salud del suelo) pueden mantener tanto la productividad como la rentabilidad. Para ayudar a lograr dichos objetivos, a continuación, se describen los principios incorporados en los sistemas de agricultura orgánica.
ROTACIONES DE CULTIVOS
Aunque las prácticas varían de una explotación agrícola a otra y de una región a otra, en el centro de cualquier sistema de producción orgánico anual exitoso, está la rotación de cultivos.
De acuerdo con la investigación titulada «Sistemas de cultivo de cereales y leguminosas: nueve estudios de casos de granjas en las llanuras del Norte de tierras secas, praderas canadienses y el Noroeste de la región inter-montaña”, las rotaciones productivas lograron:
- Mejorar la conservación del suelo y producir materia orgánica en el mismo
- Proporcionar control de malezas, enfermedades e insectos
- Mejorar la calidad y conservación del agua, la diversidad biológica y el hábitat de la vida silvestre y
- Asegurar la rentabilidad económica del sistema agrícola
Como principal herramienta de gestión para todos los aspectos del sistema agrícola, incluidos el manejo integral de plagas, enfermedades y malezas, la fertilidad de suelos y la producción de cultivos; una rotación bien planificada es más que la suma de sus partes, abordando las conexiones entre todos esos factores.
De acuerdo con la publicación “Switching to a Sustainable System” de Fred Kirschenmann; para conseguir un esquema exitoso de rotación de cultivos, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Incluir el uso de cultivos de cobertura para proporcionar fertilidad, controlar las malezas y proporcionar un hábitat para insectos benéficos
- Tener una diversidad de especies de plantas para alentar a los depredadores naturales, desalentar la acumulación de plagas y enfermedades, y minimizar el riesgo económico y ambiental
- Proporcionar un equilibrio entre la conservación del suelo y la producción de cultivos agregando materia orgánica al suelo para suministrar nutrientes y mejorar la fertilidad del mismo, así como mejorar la infiltración de agua y su capacidad de retención de humedad y
- Proporcionar control de malezas alternando cultivos de clima cálido y frío e incluyendo plantas inhibidoras de éstas, como es el caso del centeno y el sorgo.
Elizabeth Henderson, productora de hortalizas orgánicas de Newark, N.Y., quien cultiva 15 acres (6.0 Hectáreas aprox.), considera que las rotaciones con cultivos de cobertura de verano e invierno son un componente clave de su exitoso sistema y confía en este tipo de cultivos para minimizar la erosión, mantener y mejorar la calidad del suelo y controlar las plagas.
En el caso de producciones orgánicas de maíz, una rotación estándar de alfalfa, maíz, soya y granos pequeños proporcionan múltiples beneficios debido a que:
- Las leguminosas (alfalfa, soya) fijan Nitrógeno y proporcionan este nutriente a los demás cultivos de la rotación
- Se interrumpen varios ciclos biológicos de plagas, especialmente el de especies de larvas que se alimentan de las raíces, los cuales pueden ser devastadores para el maíz
- Se suprimen varias enfermedades de las plantas, incluido el nemátodo de la soya y
- El control de malezas mejora cuando las malezas perennes se destruyen mediante el cultivo de granos anuales
- La mayoría de las malezas anuales se eliminan mediante el segado, cuando la alfalfa está en producción.
Para algunos agricultores, cambiar a una rotación orgánica puede no ser más difícil que ampliar o cambiar el tiempo en una rotación ya existente. Cuando Lydia y Dennis Poulsen de Snowville, Utah, decidieron convertir su operación de 800 acres (323.7 hectáreas aprox.) de carne de res, alfalfa y cereales, en orgánicos, hacer el cambio fue mucho más fácil de lo que habían esperado.
“Una lechería orgánica vecina se acercó a nosotros para comprar pacas para sus vacas”, recordó Poulsen. «Teníamos alfalfa en nuestra rotación original y ya estábamos probando alternativas para hacer el suelo más fértil». Debido a que su rotación para producción de pacas de alfalfa-trigo-avena encajaba perfectamente en un plan de sistema orgánico, el único cambio sustancial que hicieron en su rancho fue qué en el último corte de la alfalfa, dejaron ésta como abono verde para posteriormente establecer el cultivo de trigo, en lugar de dejar que las vacas se alimentaran de la alfalfa en su último corte. Es importante considerar que cada explotación agrícola tiene sus propias variables y complejidades, por lo que el desarrollo del esquema de rotación de cultivos será único.
REFERENCIAS: Sustainable Agriculture Network. SARE. (Enero de 2007). Opportunities in Agriculture. Transitioning to Organic Production. EE. UU. Obtenido de https://www.sare.org/resources/transitioning-to-organic-production