MANEJO DE LA NUTRICIÓN DE CULTIVOS PARA EL CONTROL DE PLAGAS MEDIANTE EL ANALISIS DE SAVIA Parte 1

La Pirámide de Sanidad Vegetal, nos permite enfatizar en el manejo de nutrientes específicos para obtener resistencia de los cultivos a diferentes tipos de plagas y enfermedades.

Esta Pirámide surgió como resultado de trabajos realizados con diversos agricultores que producen una gran variedad de cultivos en distintas regiones y en diferentes climas. En dichos trabajos, observamos que las plantas se volvieron resistentes a ciertos tipos de enfermedades y plagas con base en lo que estaba ocurriendo en su fisiología. De esta forma, pudimos definir cuatro etapas completamente diferentes, en las cuales las plantas mostraron resistencia a 4 grupos distintos de enfermedades e insectos plaga.

En este contexto, el análisis de savia se convierte en una herramienta crucial, en vista de que es la única que hemos encontrado hasta el momento, que realmente se relaciona con la susceptibilidad de las plantas a la presencia de plagas y enfermedades. Se trata de un método tan sensible que nos permite asociar diferentes perfiles nutricionales con determinados perfiles de susceptibilidad, lo que lo convierte en un recurso muy valioso.

Ahora bien, si revisamos los distintos niveles de la Pirámide de Sanidad Vegetal y lo que está ocurriendo en cada uno de ellos, encontramos que el Primer Nivel es fundamental, y se alcanza cuando las plantas llegan a su máxima actividad fotosintética. Esto significa que, en cada fotoperiodo de 24 horas, hay un aumento tanto en la tasa de fotosíntesis como en la calidad de ésta; es decir que, el resultado final del proceso fotosintético va a ser la producción de importantes niveles de Carbohidratos de mayor calidad (azúcares no reductores y polisacáridos en lugar de monosacáridos y azúcares reductores simples).

En otras palabras, el volumen de fotosíntesis aumenta entre un 150 y un 600 por ciento y el perfil de carbohidratos cambia a estar integrado por una alta proporción de carbohidratos complejos y bajos niveles de azúcares no reductores en la savia de la planta.

En lo que respecta al incremento en la tasa fotosintética, es importante mencionar que hemos llegado a considerar como normal el hecho de que las plantas estén fotosintetizando alrededor del 15 al 20 por ciento de su capacidad fotosintética inherente, esto es común.

El principio fundamental de la agricultura regenerativa es abastecer el sistema, y la fotosíntesis es la única forma de hacerlo. En otras palabras, la única forma de introducir nueva energía al sistema es cuando las plantas absorben la energía fotónca del sol, el resto de la energía se recicla; es decir el agua y el dióxido de carbono se reciclan.

Por ello, comunmente escuchamos que se necesita mantener el suelo cubierto con plantas en crecimiento que tengan raíces vivas para alimentar a la biología del suelo en todo momento y esto ciertamente es indispensable.

Por otra parte, es posible aumentar el nivel de fotosíntesis en cada centímetro cuadrado de superficie foliar en un factor de 3X a 4X. El incremento en la tasa de fotosíntesis nos permite alimentar más rápidamente al sistema, de ahí que aprovechar el motor fotosintético es más efectivo que casi cualquier otra cosa que podamos hacer.

A medida que aumenta la eficiencia fotosintética, se suscitan una serie de cambios en la planta. Estos se pueden observar en algunas de sus características, por ejemplo, se da un aumento en el tamaño y grosor de las hojas, (pueden ser de 3 a 4 veces más gruesas), lo cual significa que hay una mayor cantidad de cloroplastos y en consecuencia mucho más clorofila por centímetro cuadrado de superficie foliar.

La combinación de tales características, a su vez confiere a la planta niveles de actividad fotosintética mucho más altos de lo que consideramos como normal.

Podemos decir que, en realidad ya no sabemos cómo se ven las plantas sanas, pues cuando la fotosíntesis aumenta 2, 3 ó 4 veces, éstas empiezan a comportarse de forma diferente modificando sus patrones de crecimiento.  Asi, los entrenudos pueden volverse mas cortos y vigorosos, las pautas de desarrollo del follaje cambian, y también hay cambios en la distribución de los Carbohidratos dentro de la planta, es decir se translocan mas azúcares al sistema radical, comparativamente con los que transfieren para la biomasa y la reproducción, y estos azucares salen en forma de exudados de las raíces.

Fuente: “Managing crop Nutrition for Pest management with sap analysis” John Kempf /Regen Rev 2021

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