El Azufre es un nutriente frecuentemente menospreciado, que es una herramienta clave en la agricultura biológica. Irónicamente, este elemento considerado como «contaminante» atmosférico, ayuda contrarresta la toxicidad en humanos y animales y también ayuda a neutralizar los aspectos negativos asociados con el exceso de Nitratos en la cadena alimenticia y el medio ambiente.
El Azufre es uno de los tres nutrientes que circulan entre el suelo, la materia vegetal y la atmósfera. Los ciclos del Carbono, del Nitrógeno y del Azufre, dependen de bacterias especializadas, y si éstas criaturas se ven amenazadas, el potencial de reciclaje se reduce y los agricultores se ven obligados a aumentar las aportaciones para compensar el déficit.
El suministro de Azufre a la planta es determinado biológicamente de otra forma. El Sulfato es un compuesto con carga negativa (anión) que se almacena en el suelo mediante su unión con los coloides de humus positivamente cargados. El humus es un depósito de azufre, por lo que a medida que hemos agotado nuestras reservas de humus (hasta un 70% en los últimos cien años), hemos ocasionado una escasez de azufre en el suelo que ha afectado la sanidad de las plantas.
Hay otro factor que ha intensificado ésta deficiencia. El azufre se abasteció gratuitamente a través de la precipitación pluvial durante muchas décadas, cuando el dióxido de azufre salía libremente de las chimeneas industriales y volvía a caer a la tierra en forma de lluvia ácida. Sin embargo, la resultante acidificación de las vías fluviales y la muerte de los bosques, eventualmente condujo a una legislación que prohíbe las emisiones de azufre y así los agricultores pronto descubrieron una nueva deficiencia del suelo.
IDENTIFICAR UNA DEFICIENCIA
La deficiencia de Azufre en las plantas puede parecerse mucho a una deficiencia de Nitrógeno, con un efecto general de palidez y retraso del crecimiento. Sin embargo, ésta clorosis generalizada usualmente ocurre en las hojas jóvenes, mientras que el síntoma de una deficiencia de Nitrógeno aparece primero en las hojas más viejas. También hay una serie de signos de deficiencia específicos de la especie, entre ellos están, una pobre nodulación en el caso de leguminosas, frutos que no maduran completamente y el moteado en las hojas de las papas.
La deficiencia de Azufre en el suelo puede estar caracterizada por una compactación ligada a la acumulación excesiva de Sodio o Magnesio. El yeso (Sulfato de Calcio) a menudo llamado «el triturador de arcilla» porque puede servir para abrir estos suelos pesados y compactos. El yeso se ha utilizado para este propósito desde 1776. El Sulfato se ioniza del Calcio y puede formar Sulfato de Magnesio o Sulfato de Sodio, los cuales pueden lixiviarse fácilmente de la capa superior del suelo y de este modo mejorar el intercambio gaseoso en la zona de las raíces. Sin embargo, hay ocasiones en las que el yeso puede resultar contraproducente. Las cuantiosas aplicaciones de yeso en suelos ácidos, realmente pueden ser bastante destructivas, ya que pueden conducir a la formación de ácido sulfúrico con el daño asociado a la vida del suelo.
PROTEINA VS TOXICIDAD
El Azufre está estrechamente relacionado con el Nitrógeno, ya que ambos minerales son piezas clave para la producción de proteínas. Dos de los aminoácidos esenciales, la cisteína y la metionina, dependen del Azufre, ambas son moléculas importantes tanto para la nutrición animal como humana, ya que son críticos para la desintoxicación (aumentan la protección en un mundo cada vez más tóxico).
El azufre también es necesario para la conversión del Nitrato en proteínas que ocurre en las hojas de la planta. La planta requiere Azufre y Molibdeno para producir la enzima nitrato reductasa. En ausencia de esta enzima, los nitratos se acumulan dentro de la planta, lo que atrae a los insectos (para que realicen su función de recolección de “basura”) y reduciendo la capacidad de transporte de oxígeno en la sangre de aquellos animales y humanos que consumen éste alimento tóxico. Múltiples estudios han relacionado los Nitratos con el cáncer. El ganador del premio Nobel, el Dr. Otto Warburg, identificó el anaerobismo como la principal causa del cáncer y los nitratos son una causa crucial del anaerobismo. Una pequeña inversión en azufre puede reducir la necesidad de la intervención química para el control fitosanitario, porque el exceso de nitratos es el agente más contundente de la presión de plagas.
OTRAS FUNCIONES DEL AZUFRE
El azufre también favorece la translocación de azúcares y almidones hacia las raíces, por ello se considera un nutriente tan importante para los cultivos de raíz. El yeso a menudo se aplica en banda en cultivos como cacahuate y papa para estimular ésta translocación.
Si los niveles de Brix no aumentan durante el día, puede deberse a una deficiencia de Azufre. Los Nitratos en exceso, con su inevitable efecto de dilución de nutrientes, pueden estarse acumulando en la hoja debido a una falta de Azufre. La otra causa probable de que los niveles Brix permanezcan estáticos durante todo el día es una deficiencia de Boro, ya que este mineral abre la puerta que permite el movimiento nocturno de azúcares de los cloroplastos en el follaje hacia las raíces.
El azufre también es necesario para la formación de clorofila y es un componente del aceite que da el olor característico a las cebollas y el ajo, por lo que estos cultivos son particularmente sensibles a este mineral. Las impresionantes cualidades protectoras de estos cultivos están parcialmente relacionadas con su alto contenido de azufre.
El aceite de canola también tiene un considerable componente de azufre y este cultivo también responde bien a los fertilizantes a base de Sulfato. Sin embargo, mientras que el ajo y la cebolla son alimentos de defensa invaluables, la canola produce un aceite de comida que debe evitarse en lo posible.
Muchos compuestos de Azufre forman parte del sistema de defensa natural de las plantas. Actualmente se sabe que éstas, al igual que los animales y los seres humanos, tienen su propio sistema inmunológico, y que una conciencia bien informada y la posible manipulación de este sistema, pueden ser el futuro del manejo sustentable de plagas.
Los compuestos como el glutatión, las fitoalexinas de crucíferas y los glucosinolatos, se basan en Azufre por lo que el descuido de este mineral dará como resultado una menor protección vegetal y en consecuencia la necesidad de una mayor intervención química.
Los fungicidas a base de Azufre fueron el principal método de manejo de patógenos en la agricultura desde 1802 hasta finales de la década de los 70’s y todavía se utilizan ampliamente.
En 2004, Richard Cooper y Jane Williams, en un artículo titulado “El azufre elemental como sustancia antifúngica inducida en la defensa de la planta”, demostraron que no son sólo los compuestos de azufre los que forman parte del “arsenal” de las plantas. Descubrieron que el azufre elemental en sí mismo también se utiliza como un químico de defensa que ayuda a la planta a enfrentar y superar situaciones difíciles sin apoyo.
Referencia: “Starving for Sulfur” Graeme Sait
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