COMO CREAR SUELOS SUPRESORES DE ENFERMEDADES Parte 1

Hay un creciente reconocimiento de que el control de plagas y enfermedades con productos químicos es una modalidad cuya efectividad va en descenso. Cada ciclo agrícola los productores aplican más agroquímicos como “solución” a sus problemas fitosanitarios, sin embargo, cada vez se observa menos respuesta. De hecho, en las últimas décadas, cada año se ha incrementado el consumo global de químicos de rescate, no obstante, cada año hay un aumento generalizado en la presión de plagas y enfermedades. Se ha puesto mucha atención en las innovaciones tecnológicas (GPS, imágenes de satélite, drones para monitoreo y ayudantes robóticos), pero hemos pasado por alto el componente más importante y básico de la producción de alimentos; ese eslabón perdido es la salud del suelo. La vitalidad de ésta mezcla de arena, arcilla, microorganismos, minerales y humus es determinante en la producción sustentable.

Por otra parte, la resiliencia tiene que ver con la nutrición. La nutrición en el suelo y en nuestro cuerpo implica principalmente la interrelación entre minerales y microorganismos. El uso creciente de medicamentos para el tratamiento de síntomas de las enfermedades en humanos, tiene una correspondencia directa con la historia del suelo.

¿Cuáles estrategias nos permiten crear un suelo supresor de enfermedades que reduzca la necesidad de intervención química y mejore nuestros resultados de producción? y ¿Cómo crear las condiciones óptimas para la vida del suelo al mismo tiempo que se incrementa su número y diversidad?

Dominar el medio ambiente

El medio ambiente es el entorno físico que debe promover la vida del suelo en vez de perturbarla, y es la vida del suelo, la que determina una agricultura libre de problemas.

Esa gran diversidad de microorganismos interrelacionados necesita tres cosas:

1.- Debido a que en su mayoría son organismos aeróbicos, deben tener un acceso continuo al oxígeno. La proporción mineral que determina la capacidad de intercambio gaseoso en el suelo es el equilibrio entre Calcio y Magnesio. El Calcio aumenta el espacio poroso del suelo (mayor floculación), lo que facilita la difusión del oxígeno, mientras que el exceso de Magnesio compacta el suelo, restringiendo esa capacidad. Sin embargo, el Magnesio tiene una gran importancia para la planta, ya que es el elemento central en la molécula central de clorofila.

Debido a la importancia de ambos minerales es primordial optimizar la relación Calcio / Magnesio en el suelo, a fin de maximizar el suministro de oxígeno.

2.- Los microorganismos del suelo se necesitan mutuamente. La naturaleza exige diversidad; nuestros suelos aumentan su fertilidad cuando tienen tantas especies diferentes de microorganismo como sea posible. La red alimentaria del suelo involucra una cadena de criaturas diversas que se apoyan y sostienen entre sí. Cuando eliminamos grandes segmentos de ésta cadena (con el uso de nematicidas o de técnicas de esterilización del suelo como la solarización), con frecuencia encontramos que, sin darnos cuenta, hemos seleccionado a los mismos organismos que estábamos tratando de combatir. Por ejemplo, el primer organismo que regresa a la zona cero después de la aplicación de un nematicida, es el nemátodo nodulador de la raíz. Éste prospera en ausencia de sus depredadores naturales y competidores que fueron previamente eliminados con la aplicación del nematicida al suelo. Si se puede recuperar y mantener la diversidad de la red alimentaria del suelo, entonces se crea una fuerza laboral que trabaja para el beneficio del productor en lugar de en su contra.

3.- El humus es creado por microorganismos del suelo y es el lugar en el cual sobreviven y prosperan. Mantiene la humedad que requieren tanto la biología del suelo como las plantas y amortigua las sales que de otro modo podrían dañar ambas formas de vida. Los cultivos respaldados por humus y microorganismos, exudan un tercio de su glucosa a través de las raíces para mantener la vida del suelo que los está apoyando. Hemos perdido dos tercios del humus de nuestros suelos como consecuencia del método de una agricultura extractiva y el mal uso de productos químicos y la formación de humus es una estrategia central para crear un suelo supresor de enfermedades.

El Oxigeno es clave

La presencia de Oxígeno es el requisito más importante para las plantas, microorganismos, animales y humanos y como se mencionó anteriormente, la proporción Calcio/Magnesio en el suelo, determina la entrada de oxígeno.

La proporción Ca/Mg ideal cambia, dependiendo de la cantidad de arcilla presente en el suelo. Un suelo arcilloso pesado requiere más Calcio para separar los coloides de arcilla, mientras que un suelo arenoso ligero, necesita más Magnesio para darle la estructura que no tiene.

También hay una participación biológica en la creación de un suelo con buen intercambio gaseoso, ya que la vida del suelo favorece la formación de una estructura adecuada que a su vez le permite mantenerse en él. Las bacterias exudan un gel pegajoso que crea pequeños agregados en el suelo (mini-agregados), y el micelio de los hongos envuelve estas pequeñas partículas, uniéndolas y formando partículas más grandes. Así tenemos la creación de “grumos” que dan origen a lo que se conoce como estructura migajosa o de migajón, que es la más deseable de todas las condiciones de un suelo.

En este suelo biológicamente activo, el oxígeno puede entrar libremente y el CO2 (producto de la respiración de las raíces y organismos aerobios del suelo), también puede salir libremente. Este CO2 es absorbido por la planta a través de los estomas que se encuentran en la parte inferior de las hojas, para ser utilizado en el proceso de fotosíntesis.

Es importante mejorar a toda costa, el intercambio gaseoso en nuestros suelos, sin embargo, el monocultivo, el sobrecultivo, la compactación, la aplicación excesiva de agroquímicos y fertilizantes de síntesis química, así como el mal uso del Nitrógeno y otros minerales, ocasionan el efecto contrario.

La diversidad promueve la diversidad

La diversidad de la vida vegetal promueve la diversidad de la vida del suelo. Aquí radica el gran defecto en el modelo de monocultivo, sin embargo, existen estrategias que pueden ayudar a neutralizar sus aspectos negativos. La más importante implica la inclusión de cultivos de cobertura y la introducción de una gran diversidad de microorganismos en el suelo.

¿Por qué los cultivos de cobertura brindan más beneficios cuando involucran múltiples especies de plantas? La respuesta es bastante simple: diferentes plantas promueven el desarrollo de diferentes microorganismos.

Como formar humus

Un buen punto de partida para incrementar la materia orgánica en el suelo es recuperar las poblaciones de lombrices de tierra. Las lombrices descomponen la materia orgánica para formar humus cuatro veces más rápido que el proceso de descomposición habitual, también oxigenan el suelo e inoculan nueva vida al tiempo que lo fertilizan con sus excretas ricas en nutrientes. Lamentablemente, la mayoría de los suelos carecen de ellas debido a la gran cantidad de productos químicos que se utilizan (fertilizantes y agroquímicos), al sobrecultivo y a la escasez de alimento. Para contrarrestar esta situación, es importante hacer un uso moderado de agroquímicos, amortiguar las sales fertilizantes al momento de aplicarlas y proporcionarles más fuentes de alimento. Los humatos son la mejor herramienta para amortiguar las sales y los productos químicos, mientras que el establecimiento de cultivos de cobertura constituye la mejor fuente de alimento para las lombrices de tierra.

Es importante tener en cuenta que las lombrices se alimentan de hongos benéficos y protozoarios, y muchos de nuestros suelos agrícolas carecen de ambos tipos de microorganismos. Para solucionar esto, se pueden preparar inóculos fúngicos, así como elaborar un té de protozoarios a partir de heno de alfalfa. Ambas estrategias nos ayudarán a restablecer las poblaciones de los microorganismos mencionados y las de lombrices de tierra.

Referencia: Sait, G. (14 de Julio de 2016). Creating Disease Suppressive Soils – Part 1. Recuperado el 7 de Julio de 2020, de Nutrition Matters: https://blog.nutri-tech.com.au/creating-disease-suppressive-soils-1/

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