El ácido húmico es uno de los insumos más eficaces y benéficos para la agricultura, sin embargo, todavía hay muchos productores alrededor del mundo que no han descubierto esta maravilla biológica. Sigue siendo un misterio por qué una sustancia tan ampliamente investigada y probada, aún permanece poco entendida y utilizada. El galardonado libro del profesor William Jackson, “Organic Soil Conditioning”, describe parte de estas investigaciones.
A continuación, se describen 7 razones por las cuales la aplicación de humatos, que se forman cuando un ácido húmico se combina con un mineral, debe incluirse en un programa de producción agrícola.
- El ácido húmico no es producto sintético. De hecho, es el principal ácido natural que se encuentra en el humus del suelo o en la composta. Ofrece todos los beneficios del humus, pero en una forma más concentrada, por ejemplo, el humus casi puede retener su propio peso en agua, pero el ácido húmico tiene siete veces esta capacidad de retención, lo que lo convierte en una herramienta muy importante en el manejo de la sequía.
- El ácido húmico es el estimulante más poderoso de hongos benéficos en el suelo. Esto incluye a los hongos que forman el humus estable y a los que ayudan a controlar las enfermedades y promueven un suelo resistente.
Los hongos benéficos son los organismos más negativamente afectados por las estrategias agrícolas modernas, por lo que una herramienta para regenerar sus poblaciones es muy importante.
- El ácido húmico mejora la eficiencia de las aportaciones de fertilizantes, haciendo que esta inversión sea considerablemente más rentable. Esta mejora implica un fenómeno llamado sensibilización celular, en el cual la membrana de la célula se vuelve más permeable, permitiendo que ingrese aproximadamente un tercio más de nutrientes. De esta forma los aportes nutricionales que se realicen al cultivo pueden ser un 30% más productivos, ó se puede aumentar la absorción de cualquier otra cosa que se combine con los humatos.
- El ácido húmico estabiliza los fertilizantes que de otro modo se lixiviarían o se bloquearían. La urea altamente lixiviable se convierte en un humato de urea estable. Los fertilizantes DAP y MAP aplicados en seco, que generalmente proveen menos de un tercio de su fosfato soluble antes de bloquearse en el suelo, se convierten en humatos de fosfato estables que aumentan la disponibilidad del fosfato al cultivo. El microelemento más lixiviable, el Boro, se convierte en un compuesto estable: el humato de boro; esto con la simple adición de ácidos húmicos.
- El ácido húmico mejora la estructura del suelo, de hecho, no hay un aporte que tenga más impacto en ésta. El ácido húmico modifica la permeabilidad, la porosidad, la capacidad de retención de humedad, las características de absorción, el área superficial y la capacidad de intercambio catiónico del suelo. Todas estas características están relacionadas con la mejora de la fertilidad, el rendimiento y la rentabilidad.
- El ácido húmico aumenta la resistencia de los cultivos. Puede desactivar enzimas producidas por patógenos, qué de lo contrario, comprometerían el sistema inmunitario de la planta. Los organismos patógenos producen enzimas para desactivar la respuesta inmune de las plantas y facilitarles el proceso infeccioso. Los humatos se unen a estas enzimas para evitar su entrada en la planta. Esta es la razón por la que los suelos con alto contenido de humus, que en forma natural contienen mayores niveles de ácido húmico, sufren menos problemas de enfermedades que los suelos que carecen de humus.
- El ácido húmico es un poderoso bioestimulante. Aumenta el crecimiento de las raíces y mejora la respuesta fotosintética, al tiempo que aumenta la floración y el llenado de frutos y granos. También es un poderoso estimulante de hongos micorrícicos, que ofrecen una amplia gama de beneficios para la sanidad de las plantas.
En conclusión, si desea tener una temporada más productivo y rentable, los humatos pueden ser sus mejores aliados.