Análisis de Savia
El análisis de savia es completamente diferente al análisis foliar que comúnmente se realiza en los cultivos.
En el caso del análisis foliar, las muestras de follaje se recolectan y se envían al laboratorio donde se deshidratan hasta obtener cenizas en las cuales se mide el contenido de nutrientes y el reporte de resultados se hace en base a materia seca.
Para el análisis de savia las muestras de hojas se recolectan, se empaquetan en una bolsa tipo ziploc (a fin de mantenerlas frescas) y se envían durante la noche al laboratorio. Una vez ahí se les extrae la savia y en ella se mide el contenido de nutrientes (no se deshidratan).
Esta diferencia de procedimientos sería equivalente al siguiente ejemplo:
Digamos que se desea saber si una persona tiene suficiente Calcio, para ello se le hace un análisis de sangre en vez de cortarle la mano y medirla. Por supuesto, que si la medición se hiciera en la mano, el contendido de Calcio sería extremadamente alto (debido a que hay mucho calcio presente en los huesos), pero eso no significa absolutamente nada sobre la cantidad de este elemento que realmente tiene disponible en el organismo; lo mismo ocurre en las plantas. Hay muchos minerales que están inmovilizados dentro de las membranas celulares, en las paredes celulares y en las matrices celulares, que no están necesariamente disponibles para la planta y que el análisis foliar mide.
Asi podemos decir que el análisis de savia es equivalente a cuando acudimos al médico y éste nos manda a hacer un análisis de sangre para comprender lo que está ocurriendo y poder darnos un diagnóstico sobre que tan bien está funcionando nuestro cuerpo en base a los resultados que recibe del laboratorio.
Tenemos toda la ciencia para hacer exactamente lo mismo con las plantas, pero no contabamos con un estudio de laboratorio que fuera lo suficientemente preciso como para permitirnoslo; ahora lo tenemos.
El análisis de savia es una herramienta tan valiosa, que en los cultivos con los que ya estamos familiarizados y en los que tenemos amplia experiencia, se ha podido predecir la susceptibilidad a plagas y /o enfermedades con base en el perfil nutricional de las plantas; algo que no habíamos podido hacer anteriormente.
Por primera vez tenemos un informe de laboratorio tan preciso que nos permite predecir dicha susceptibilidad y no solo podemos predecirla; también tenemos la información para (desde el punto de vista nutricional), saber qué hacer al respecto. Cada recomendación que hemos hecho y que hacemos actualmente, está basada en datos. No adivinamos pues el objetivo es resolver correctamente el problema que se está presentando en el cultivo.
Un aspecto muy importante que se requiere manejar en campo es la interacción de nutrientes en las plantas.
El siguiente diagrama describe la diversidad de interacciones que se dan entre estos minerales, sin embargo, la mayoría de la gente lo considera complicado y al no tenerlo claro, les es difícil manejar esta información de manera práctica.
En este sentido y basándonos en todas las experiencias que hemos tenido con el análisis de la savia, el equipo de Holanda desarrolló su propio diagrama de interacciones nutricionales. Lo retomamos, lo modificamos un poco y el nuevo diagrama de interaccones de nutrientes que elaboramos se muestra en la Figura 1. Es mucho más simple y más fácil de entender en comparación con el diagrama de Mulder.
En la mitad superior del diagrama tenemos los macronutrientes y en la mitad inferior los micronutrientes. En el lado izquierdo se encuentran los cationes (iones positivamente cargados) y en el lado derecho tenemos los aniones (iones negativamente cargados).
El diagrama consta de 4 secciones diferentes en el cuadrante superior izquierdo están situados los principales cationes, todos ellos se antagonizan entre sí dentro de la planta.
Cuando hablamos de la Capacidad de intercambio catiónico (CIC) de un suelo, nos referimos a su capacidad de retención de minerales. Este parámetro nos indica que dicha capacidad es finita y que éste solo puede retener determinada cantidad de minerales.
No hemos usado este mismo razonamiento con respecto a las plantas y a las células vegetales, cuando en realidad también es cierto. Cada célula solo puede contener cierta cantidad de minerales, y todos ellos sumarán el 100% dentro de una planta, de aquí que el exceso de uno ocasionará una deficiencia de otro u otros ya que estará evitando que la planta absorba algo más. Este principio es válido tanto para los cationes como para los aniones (Figuras 3 y 4).
Lo que acabamos de plantear es muy importante ya que en la agricultura hemos enfocado los retos de la nutrición vegetal bajo el paradigma y la percepción de que constantemente necesitamos adicionar más. Si no tenemos suficiente zinc, necesitamos agregar más, si no tenemos suficiente manganeso, necesitamos agregar más, si no tenemos suficiente potasio ó fósforo ó nitrógeno, necesitamos agregar más.
Sin embargo, cuando comenzamos a usar el análisis de savia y empezamos a comprender las interacciones de nutrientes, se vuelve muy obvio que la mayoría de los problemas que los productores están experimentando no son el resultado de deficiencias, sino el resultado de excesos de el (los) producto(s) que están aplicando y que son los que están creando tales deficiencias; esta situación se presenta el 90% de las veces. Por ejemplo, si hay problemas con la absorción de Potasio y Calcio, este problema podría ser fácilmente ocasionado porque exista un exceso de amonio en el sistema (ver cuadrante superior izquierdo del diagrama); por otra parte, si se tienen problemas con la absorción de P, podría ser porque se tenga demasiado nitrato en el sistema (cuadrante superior derecho del diagrama). Cualquier cosa que esté en exceso creará deficiencias de algunos o todos los otros nutrientes situados en esa parte del diagrama.