Propiedades del suelo (Conceptos básicos)
B.- FISICAS
La textura y estructura del suelo son dos características importantes que determinan el resto de sus propiedades físicas y tienen un efecto directo en la aireación del suelo, el movimiento de agua en el mismo y su capacidad para suministrar nutrientes a los cultivos
TEXTURA
Las partículas minerales que componen el suelo y que se originan a partir del intemperismo* de las rocas, se clasifican en tres grupos de acuerdo a su tamaño: arena (gruesa), limo (media) y arcilla (fina).

En la mayoría de los suelos existe una combinación de estos tres tipos de partículas en diferentes proporciones. Los porcentajes relativos de arena, limo y arcilla que conforman un suelo son los que definen lo que conocemos como su Textura.
Con el fin de clasificar e identficar los suelos en base a ésta característica, se han determinado 12 clases texturales que se integran en el llamado “Triángulo de Texturas”:

Las partículas que componen un suelo afectan el tamaño y numero de espacios porosos existentes y estos a su vez el movimiento de agua y de aire en el mismo. Por otra parte, las partículas de arena y limo son inactivas en contraste con las de arcilla, ya que no contribuyen a su capacidad para retener nutrientes.
La importancia de conocer la textura de un suelo radica en el efecto directo que estos aspectos ejercen en la producción agrícola; así tenemos que:
-Los suelos de textura gruesa o arenosos , compuestos principalmente por partículas de arena y a los que también se les refiere como suelos “sueltos” , son fáciles de cultivar y se caracterizan por tener una elevada permeabilidad y por ello muy poca capacidad de retención de humedad, sin embargo proporcionan buena aireación.
La arena no tiene carga eléctrica, lo que significa que éste tipo de suelos tiene una Capacidad de intercambio catiónico muy baja (debida a la materia orgánica presente y que generalmente se encuentra en pocas cantidades), por lo que se tiene un problema de pérdida de nutrientes por lixiviación*
*lixiviación: pérdida por arrastre de nutrientes solubles debido al agua que penetra en el suelo y los lleva a capas más profundos
– Los suelos de textura fina o arcillosos contienen un mayor porcentaje de partículas de arcilla y se conocen como suelos “pesados” . Presentan baja permeabilidad y por lo tanto alta capacidad de retención de humedad. Este tipo de suelos no drena ni se deseca fácilmente. La arcilla forma barro cuando está saturada de humedad y tiende a compactarse fácilmente; esto impide una adecuada aireación, afecta el crecimiento de raíces y la actividad de los organismos benéficos así como también dificulta la realización de labores de cultivo ya que llegan a formarse terrones de gran dureza cuando se seca.
Gracias a su estructura química, éste tipo de suelos presenta una alta Capacidad de Intercambio Catiónico lo que los hace potencialmente fértiles pues pueden retener grandes cantidades de nutrientes.

Entre los suelos arenosos y los arcillosos se encuentran las otras 10 clases texturales que se muestran en el “Triángulo de Texturas” y que presentan características intermedias entre las anteriormente descritas.
Se considera que un suelo tiene una textura adecuada para la producción agrícola cuando la proporción relativa de las distintas partículas que lo constituyen (arena/limo y arcilla), le da a la planta el soporte que le permite tener un buen desarrollo raíces y un adecuado suministro de nutrientes. Este es el caso de los suelos de textura media o suelos francos, en los que ésta combinación es más equilibrada, por ejemplo: un suelo Franco-Arcillo-Arenoso puede contener un 30% de arcilla, 20% de limo y 50% de arena, proporción que favorece un equilibrio adecuado entre la aireación, la permeabilidad (drenaje), y retención de agua y nutrientes, propiedades por las que los suelos francos se consideran “ideales” para la agricultura
CARACTERISTICAS POR TIPO DE TEXTURA DEL SUELO | |
ARENOSO | ARCILLOSO |
Alta permebilidad
|
Baja permeabilidad |
Buen drenaje
No se presentan estancamientos, requiere de riegos continuos y ligeros, especialmente en épocas de intensa radiación y alta temperatura |
Mal drenaje
El agua drena lentamente. Es importante evitar la sobresaturación (cuidar el manejo del riego), ya que esto favorece la presencia de enfermedades de la raíz |
Baja capacidad de retención de húmedad |
Alta capacidad de retención de húmedad
Contracción y expansión al mojarse y secarse. Se da la formación de costras y grietas que pueden dañar a las raices, afectar la emergencia de las plántulas (en el caso de siembra directa) o bien el establecimiento de las mismas (en el caso de trasplante) |
Buena aireación Sin problemas de compactación |
Pobre aireación
Presenta problemas de compactación, lo que dificulta el movimiento del agua y del aire y además restringe el crecimiento de las raíces |
Fácilidad para realizar labores de cultivo |
Dificultad para realizar labores de cultivo
(cuando está seco: formación de terrones duros/ cuando está húmedo o mojado: muy pegajoso) |
Baja Capacidad de Intercambio catiónico Perdida de nutrientes por lixiviación y por lo tanto baja fertilidad potencial |
Alta o muy alta Capacidad de Intercambio Catiónico (dependiendo del tipo de arcilla)
Buena retención de nutrientes y por lo tanto alta fertilidad potencial |
No se erosiona por escurrimientos | Erosionable por escurrimientos |
Baja capacidad de amortiguamiento* | Alta capacidad de amortiguamiento |
FRANCO | |
Posee propiedades intermedias entre las de un suelo arenoso y un arcilloso (tiene una textura más equilibrada).
Buena aireación, buen drenaje, adecuada retención de humedad y de nutrientes. Buen contenido de materia orgánica y por ende buena capacidad de amortiguamiento. Generalmente fértil y sin problemas de compactación. Presenta facilidad para la realización de labores de cultivo. |
*Capacidad de amortiguamiento o capacidad buffer: Es la capacidad de un suelo para resistir cambios en el pH debido a la presencia de ciertos minerales que son retenidos en los sitios de intercambio de sus coloides (partículas de arcilla y humus).