Royal Botanic Gardens, Kew, 2022
En un nuevo artículo publicado en una edición especial de “Philosophical Transactions of The Royal Society”, los científicos del Royal Botanic Gardens, Kew (Real Jardín botánico de Kew), informaron sobre cómo las abejas activan las propiedades «medicinales» de varios néctares para protegerse de las infecciones parasitarias.
El equipo de investigadores dirigido por el Dr. Hauke Koch, científico de Kew, en colaboración con el profesor Mark Brown de Royal Holloway, Universidad de Londres, recolectó muestras de néctar y polen de tilos (Tilia spp.) y madroños en Kew Gardens, en el oeste de Londres, para determinar cómo las abejas procesan los compuestos que se encuentran contenidos en ellos. Los investigadores encontraron que dos compuestos que se encuentran naturalmente en los néctares de estas especies, son activados por los procesos digestivos de las abejas, el microbioma intestinal (microorganismos), o una combinación de ambos.
El objetivo principal del estudio era descubrir cómo estos elementos y sus cualidades antiparasitarias pueden proteger a las abejas del parásito intestinal común Crithidia bombi. Los experimentos arrojaron resultados prometedores para los esfuerzos de conservación de las abejas, en un momento en que los polinizadores enfrentan una creciente amenaza como consecuencia del cambio climático, las enfermedades y la pérdida de hábitat debido a la agricultura y el uso del suelo.
La polinización por animales es una de las interacciones de especies más importantes del mundo, ya que las plantas ofrecen una recompensa nutritiva a insectos, aves y pequeños mamíferos a cambio de la transferencia de polen. Este proceso no solo facilita la reproducción de muchas plantas, sino que también sirve para apoyar la producción mundial de alimentos y la preservación de los ecosistemas, por lo que, los científicos están alarmados al ver evidencia creciente de disminución en la cantidad y diversidad de polinizadores.
Entre las amenazas que los polinizadores enfrentan en la actualidad, se encuentran los peligros que plantean los parásitos. Los parásitos de las abejas pueden introducirse y propagarse a través de las rutas comerciales mundiales, y pueden pasar de las colonias de abejas melíferas domesticadas a los polinizadores silvestres. Sus efectos sobre las abejas se ven agravados por otros factores de estrés, como el uso de pesticidas que afectan la salud del microbioma.
El parásito intestinal del abejorro C. bombi es de especial interés para los científicos, ya que es un parásito común y se sabe que amenaza la supervivencia y el desarrollo de las colonias de abejorros.
El Dr. Hauke Koch, líder de investigación en química biológica de polinizadores en RBG Kew y autor principal del artículo, dice: «Los polinizadores tienen diversos microbiomas en sus intestinos y entornos de anidación. Estas comunidades de microorganismos pueden ser importantes para su salud, por ejemplo, defendiéndolos contra enfermedades o produciendo nutrientes importantes.
Al comprender mejor la importancia funcional y las contribuciones de los individuos que conforman el microbioma de diferentes polinizadores, es posible que en el futuro podamos apoyarlos más adecuadamente. Por ejemplo, las colonias de abejas melíferas y abejorros domesticados se pueden apoyar mediante probióticos novedosos, o se pueden mantener microbiomas saludables en los polinizadores silvestres mediante la restricción de pesticidas que afectan negativamente al microbioma, así como mediante la promoción de plantas con néctar o polen que estimulan los microbiomas saludables.»
El primer compuesto analizado por el equipo, llamado unedone, se encontró en el néctar de madroños (Arbutus unedo) y se extrajo de la miel de madroño. Este arbusto de hoja perenne, es originario de Irlanda, Europa Occidental y el Mediterráneo, y comúnmente se planta en parques y jardines en el Reino Unido. Se sabe que sus flores ricas en néctar y polen son un alimento importante para los abejorros en otoño. Las abejas producen una miel de sabor amargo que es buscada en todo el Mediterráneo.
El compuesto unedone se probó en abejorros infectados por el parásito C. bombi, bajo condiciones de laboratorio. También se experimentó con reinas (abejas hembra capaces de reproducirse) de abejorros (Bombus terrestris), recolectadas en Kew en el otoño de 2018. En la última parte del experimento se alimentó a los abejorros con una mezcla de jarabe de azúcar y polen durante un período de dos semanas, después de lo cual sus heces se analizaron en busca de parásitos. Luego, a los abejorros seleccionados se les dio un tratamiento de jarabe de azúcar, o un tratamiento de unedone. Se descubrió que el compuesto inhibía las infecciones por C. bombi, pero solo después de interactuar con el microbioma, ya que los procesos metabólicos iniciales en el intestino medio lo volvían inactivo contra el parásito.
Los investigadores también determinaron que la tiliasida, un compuesto extraído del néctar del tilo, ofrece beneficios similares a los abejorros obreros. Se descubrió que la tiliasida se activaba mediante los propios procesos digestivos de los abejorros. Ambos compuestos se han presentado como evidencia de los beneficios que tienen los alimentos y los microbiomas para proteger y fortalecer la salud de los polinizadores, a nivel individual y comunitario.
El profesor Phil Stevenson, Director del Departamento de Diversidad y Función de Particularidades en RBG Kew, y coautor del estudio, dice: «Comprender los promotores de la salud de los polinizadores, tanto buenos como malos, es fundamental para saber cómo podemos apoyarlos mejor, y así continuar beneficiándonos de su contribución a la producción de alimentos y al mantenimiento de los ecosistemas naturales». «Ahora sabemos que algunas flores brindan una mejor nutrición para algunas especies, mientras que otras brindan medicamentos naturales a los polinizadores, por lo que podemos seleccionar plantas para restaurar ecosistemas degradados, o para áreas agrícolas, que proporcionen beneficios múltiples a los polinizadores mejorando su salud a nivel de la comunidad.»
Además de los peligros que representan los parásitos, la disminución de los polinizadores está incrementando por el uso de pesticidas, la intensificación de la agricultura y el cambio climático. Por esta razón los científicos están interesados en comprender mejor los procesos naturales que influyen y afectan su salud, tanto positiva como negativamente. Estos procesos incluyen la calidad nutricional del polen y el néctar, el impacto de los parásitos y los beneficios del microbioma, así como los efectos de los compuestos bioactivos naturales y la composición del ecosistema.
Stevenson agrega: «Los impactos de las actividades humanas en la salud de los polinizadores, y la disminución de estos debido al uso excesivo de pesticidas, el cambio climático y la intensificación agrícola, ahora son ampliamente aceptados después de décadas de recopilación de evidencia”.
«Necesitamos buscar soluciones y formas de mantener poblaciones diversas y saludables de polinizadores y otros grupos de insectos. Muchas de estas soluciones se pueden desarrollar a través de una mejor comprensión de los procesos naturales que influyen en la salud de los polinizadores. Si sabemos cómo cambia la nutrición entre el polen de diferentes especies y cuáles de ellas proporcionan los mejores recursos alimenticios para la más amplia gama de polinizadores, podemos implementar programas de restauración con mucha mayor precisión y con beneficios a largo plazo, como la plantación de especies de importancia ecológica en los márgenes de campos agrícolas y corredores ecológicos”.
Referencias:
Royal Botanic Gardens, Kew. (1 de Mayo de 2022). Scientists discover how bees activate natural medicine against parasite infection during pollination. Obtenido de PHYS ORG: https://phys.org/news/2022-04-scientists-bees-natural-medicine-parasite.html
