Supresión de malezas
Las malezas prosperan en suelos sin cultivos. Los cultivos de cobertura compiten por espacio y luz, lo que reduce la posibilidad de que se establezca este tipo de plantas. El efecto de aflojar el suelo que promueven los abonos verdes de enraizamiento profundo, también reduce las poblaciones de malezas que crecen en suelos compactados. El establecimiento de un abono verde de gramíneas, como el centeno, el mijo, o el pasto Sudán, tiene como objetivos apoyar en el control de malezas, aportar materia orgánica y mejorar la estructura del suelo.
Debido a que las gramíneas no fijan Nitrógeno, se recomienda producir un abono verde de leguminosas después de un ciclo de cultivo de cereales u hortalizas para obtener el beneficio del Nitrógeno.
Ocasionar supresión de malezas mediante el uso de cultivos de cobertura alelopáticos y mediante coberturas vivas, se ha vuelto un método importante de control en la agricultura sustentable. Las plantas alelopáticas son aquellas que inhiben o retrasan el crecimiento de otras plantas cercanas mediante la liberación de sustancias conocidas como aleloquímicos. Las plantas de cobertura que presentan alelopatía incluyen los granos pequeños como el centeno y los forrajes anuales de verano relacionados con el sorgo y el pasto Sudán. El acolchado que resulta de cortar, o dejar secar los cultivos de cobertura alelopáticos puede proporcionar un control de malezas significativo.
Por otra parte, las coberturas vivas suprimen las malezas durante la temporada de crecimiento al competir con ellas por la luz, la humedad y nutrientes (Sullivan , 2003).
Conservación de Agua y Suelo
Cuando los cultivos de cobertura se plantan únicamente para la conservación del suelo, deben proporcionar un alto porcentaje de cobertura lo más rápido posible. La mayoría de los cultivos de cobertura de gramíneas, como el trigo sarraceno y el centeno, satisfacen bien esta necesidad.
De las leguminosas de invierno, la arveja vellosa (Vicia villosa) proporciona la menor cobertura de suelo en el otoño. Debido a que la mayor parte de su crecimiento superficial se produce en primavera, ofrece poca cobertura durante el otoño e invierno, en consecuencia, son las temporadas más propensas a la erosión por lluvias.
Sembrar una mezcla de leguminosas y gramíneas como cultivo de cobertura, además de que aumentará la protección del suelo, proporcionará algo de Nitrógeno al siguiente cultivo.
Los beneficios de conservación que proporcionan los cultivos de cobertura se extienden más allá de la preservación del suelo durante los períodos sin cultivo. El acolchado que resulta de un cultivo de cobertura aumenta la infiltración de agua y reduce la evaporación de la superficie. Los cultivos de cobertura reducen la formación de costras en el suelo y la posterior escorrentía del agua superficial durante los períodos lluviosos. La retención de la humedad que proporcionan puede ser una ventaja significativa. El Dr. Blevins y otros investigadores mostraron niveles consistentemente más altos de humedad del suelo para el maíz que tuvo con una cobertura seca de pasto blue grass, en comparación con el maíz cultivado en sistema convencional. Llegaron a la conclusión de que la disminución de la evaporación y el aumento del almacenamiento de humedad bajo el mantillo (seco) de labranza cero permitió que las parcelas sobrevivieran a una sequía a corto plazo sin presentar estrés.
Manejo para el establecimiento de una Cobertura vegetal seca (mantillo o mulch)
Los herbicidas son las herramientas más utilizadas para secar los cultivos de cobertura y emplearlos como mulch en los sistemas de labranza de conservación. En la agricultura orgánica se ocupan los métodos de labranza mecánica y la siega.
Segar un cultivo de cobertura de centeno cuando brota (a finales de primavera), se considera un momento adecuado para establecer el mantillo. La siega del centeno debe realizarse cuando éste se encuentre por iniciar la fase de polinización, o bien posteriormente. Se considera como la etapa óptima de siega cuando las anteras están completamente extendidas y se puede golpear el tallo y el polen cae. Si el centeno se corta antes, volverá a crecer.
Las segadoras de mayales generalmente distribuyen el mantillo de manera más uniforme que las cortadoras rotativas, que tienden a apilarlo a un lado de la cortadora.
Como se mencionó anteriormente, si el centeno se corta en la etapa de polinización, el rebrote es mínimo y no se generan problemas para el siguiente cultivo. En un estudio realizado en Mississippi, el corte con mayales o el uso de una segadora de discos (espaciados a 4 pulgadas), fueron igualmente efectivos para producir mantillo de frijol terciopelo, trébol carmesí y trébol subterráneo que los herbicidas.
El tiempo es un factor clave cuando se usan los equipos de corte para controlar los cultivos de cobertura. El control mecánico es más efectivo cuando las leguminosas están en la etapa de formación de semillas (mediados a fines de abril) o cuando la longitud del tallo a lo largo del suelo supera los 25.0 cm.
Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio desarrollaron una herramienta mecánica para cortar los cultivos de cobertura, sin usar herbicidas. Este equipo se llama socavador porque usa hojas anchas en “V” que corren justo debajo de la superficie del suelo, y que sirven para cortar las raíces del cultivo de cobertura. Las cuchillas se inclinan a 15 grados permitiendo que éstas penetren en el suelo y proporcionen una ligera acción de elevación. El socavador fue probado en diversos cultivos de cobertura y eliminó trébol carmesí, frijol terciopelo, centeno y cebada efectivamente.
Steve Groff, de Cedar Meadow Farm, en el condado de Lancaster, Pensilvania, utiliza un picador de tallos, marca Buffalo de Fleischer Manufacturing. Este implemento lo emplea para hacer mantillo sin necesidad de alguna labor de labranza. Debajo del bastidor montado en el enganche, este picador de tallos tiene dos juegos de rodillos que funcionan en tándem; dichos rodillos se pueden ajustar para una acción ligera o agresiva y establecer una cobertura continua. Steve dice que la máquina puede funcionar a una velocidad de hasta 8 millas por hora y hace un buen trabajo eliminando el cultivo de cobertura y empujándolo directamente al suelo. También se puede usar para aplanar otros residuos del cultivo después de la cosecha.
Limitaciones de los Cultivos de Cobertura
Los beneficios que proporcionan los abonos verdes y los cultivos de cobertura previamente mencionados deben evaluarse en términos de costo/beneficio, así como evaluar el valor de la fertilidad del suelo a largo plazo.
Para el ciclo de cultivo inmediato, se deben considerar los costos de establecimiento del cultivo de cobertura, además de analizar la posible reducción de fertilizantes nitrogenados y el efecto de la cobertura o abono verde sobre los rendimientos de los cultivos comerciales. El consumo de agua por estos cultivos (cobertura o abono verde) también se debe de considerar, especialmente en zonas con precipitación anual inferior a 70 cm.
La incorporación al suelo de los abonos verdes, o la supresión de los cultivos de cobertura para la creación del mantillo, requiere de tiempo y gastoso adicionales.
Las comunidades de insectos asociadas con los cultivos de cobertura pueden ser una ventaja o una desventaja para el agricultor. Por ejemplo, ciertas coberturas vivas mejoran el control biológico de plagas en los cultivos subsecuentes de hortalizas al igual que en las plantaciones de nogales al proporcionar hábitats favorables para el establecimiento de insectos benéficos. Por otro lado, las leguminosas de invierno pueden hospedar algunos insectos plaga que atacan los cultivos de manzana o durazno.
Referencia
Sullivan, P. (Julio de 2003). Overview of cover crops and Green manures. Obtenido de ATTRA Sustainable Agriculture: https://attra.ncat.org/product/overview-of-cover-crops-and-green-manures/#:~:text=To%20impart%20a%20sense%20for,and%20soil%20and%20water%20conservation