Los cultivos de cobertura podrían considerarse la columna vertebral de cualquier sistema de producción agrícola que busque ser sustentable (Sullivan , 2003).
A lo largo de las secciones en las que abordaremos este tema, se resumirán los principales usos y beneficios de los cultivos de cobertura y abonos verdes. Se proporcionarán breves descripciones y ejemplos de cultivos de cobertura de invierno, abonos verdes de verano, coberturas vivas, cultivos de captura y algunos cultivos forrajeros.
Para dar una idea de la importancia de estas prácticas en la agricultura sustentable, se resumirá el efecto de los cultivos de cobertura y los abonos verdes sobre la materia orgánica y la estructura del suelo, la producción de Nitrógeno, la actividad microbiana del suelo, la mejora en la disponibilidad de nutrientes, el efecto del enraizamiento, la supresión de malezas, y la conservación del suelo y agua.
Breves descripciones
El abono verde consiste en la incorporación al suelo de cualquier cultivo mientras esté verde (ya sea en etapa de desarrollo vegetativo o poco después de la floración), con el propósito de mejorar la condición del suelo.
Un cultivo de cobertura es cualquier cultivo establecido con el objetivo de brindar protección al suelo, independientemente de si se incorpora después. Este tipo de cultivos principalmente se establecen para evitar la erosión por efecto del viento y el agua.
Los cultivos de cobertura y los abonos verdes pueden ser plantas herbáceas anuales, bianuales o perennes que se desarrollen solas o bien en combinación con otros cultivos, ya sea durante todo el año o bien en sólo una parte de éste. Además de proporcionar cobertura al suelo y, en el caso de las leguminosas fijar Nitrógeno, ayudan a suprimir las malezas y reducir las plagas y enfermedades. A los cultivos de cobertura que se siembran después de la cosecha del cultivo principal, para reducir la pérdida de nutrientes por lixiviación, se les denomina «cultivos de captura».
Cultivos de Cobertura de Invierno
Un cultivo de cobertura de invierno se siembra a finales del verano, o en otoño, para proteger el suelo durante la época invernal. En Estados Unidos, se manejan principalmente en zonas con inviernos fríos. Frecuentemente se elige una leguminosa para tener el beneficio adicional de la fijación de Nitrógeno. En las zonas más frías, las plantas seleccionadas necesitan poseer suficiente tolerancia al frío para sobrevivir el invierno; la veza y el centeno se encuentran entre las pocas selecciones que satisfacen esta necesidad. Muchos más cultivos de cobertura de invierno están adaptados al sur de los Estados Unidos. Las leguminosas de estación fría incluyen tréboles, arvejas, y guisantes. A veces se siembran mezclados con cereales de invierno como avena, centeno o trigo.
Este tipo de cultivos de cobertura se pueden establecer durante el otoño, mediante siembra aérea en cultivos comerciales maduros, o mediante siembra directa después de la cosecha.
Abonos verdes de verano
Los abonos verdes se establecen durante una parte de la temporada de verano.
Estos cultivos de cobertura se pueden usar para llenar un espacio en la rotación de cultivos, mejorar las condiciones de suelos pobres, o preparar el suelo para el establecimiento de un cultivo perenne. Las leguminosas como la soya, la Crotalaria, o el frijol terciopelo se pueden cultivar como abonos verdes, junto con el aporte de materia orgánica al suelo, para agregar Nitrógeno. Las gramíneas como el sorgo, mijo, sorgo forrajero, o el trigo sarraceno se establecen para incrementar la biomasa, reducir malezas y mejorar la labranza del suelo.
Coberturas vivas
La cobertura viva es un cultivo que se intercala con otro cultivo comercial, anual o perenne. Las coberturas vivas suprimen las malezas, reducen la erosión del suelo, mejoran su fertilidad y también mejoran la infiltración de agua.
Los ejemplos de coberturas vivas en los sistemas de cultivo anuales incluyen la siembra de frijol terciopelo en maíz, la siembra de tréboles en cultivos de hortalizas, y la siembra de Rye grass también en hortalizas o frutales. Las coberturas vivas en los sistemas de cultivos perennes (como frutales) se establecen entre las hileras de los huertos, viñedos, árboles de Navidad; entre las plantas en el caso de berries, cortinas rompevientos y viveros de campo para controlar la erosión.
Cultivos de captura
Un cultivo de captura es un cultivo de cobertura establecido después de cosechar el cultivo principal y se utiliza principalmente para reducir la lixiviación de nutrientes del perfil del suelo. Por ejemplo, plantar centeno después de la cosecha de maíz ayuda a eliminar el Nitrógeno residual, reduciendo así la posibilidad de contaminación del agua subterránea. En este caso, el cultivo de centeno también funciona como cultivo de cobertura de invierno.
Los cultivos de cobertura a corto plazo que llenan un nicho dentro de una rotación de cultivos también se conocen comúnmente como cultivos de captura.
Forrajes
Los cultivos forrajeros de ciclo corto se emplean como cultivos de cobertura o como abonos verdes. Los ejemplos incluyen leguminosas como alfalfa, trébol dulce, trébol rojo y trébol blanco, así como mezclas de leguminosas con gramíneas, por ejemplo, trébol con Festuca.
Para obtener los máximos beneficios, el forraje no debe ser pastado, o cortado para empaque durante su último período de crecimiento, esto para permitir que se acumule la mayor cantidad de biomasa antes de su corte.
Referencias
Sullivan , P. (Julio de 2003). Overview of cover crops and green manures. Obtenido de ATTRA Sustainable Agriculture : https://attra.ncat.org/product/overview-of-cover-crops-and-green-manures/#:~:text=To%20impart%20a%20sense%20for,and%20soil%20and%20water%20conservation.