El silicio no solo ofrece una mayor resistencia a las plagas y enfermedades y al estrés. También puede proporcionar una importante respuesta fertilizante, así como incrementos significativos en el rendimiento.
En un artículo de J. Bernal, acerca de una investigación en arroz y caña de azúcar en Colombia; con la aplicación de solo 100 – 200 kg de Silicato de magnesio por hectárea se obtuvieron incrementos en rendimiento del 14.63% en la caña de azúcar y del 21% al 33% en arroz (dependiendo de la cantidad aplicada). Una investigación iraní en arroz reflejó los hallazgos de la que se realizó en América del Sur, pero en este caso, el aumento del rendimiento fue del 22% después de aplicaciones de 500 kg de Silicio. El arroz y la caña de azúcar han sido los más investigados, ya que son reconocidos acumuladores de silicio. De hecho, el arroz tiene los niveles más altos de silicio de cualquier cultivo. No obstante, se ha detectado que la mayoría de los cultivos responden al Sílice y la investigación ahora está cuantificando la experiencia de campo.
Investigadores brasileños probaron seis diferentes dósis de aplicación de Silicato de potasio en papas y encontraron que la dosificación del 1% era la más efectiva. De hecho, 6.0 litros de Silicato de potasio en 600 litros de agua, asperjados cada semana durante el ciclo de cultivo, produjeron un impresionante aumento del rendimiento del 22.4%.
El australiano M. Lynch, un impulsor de los fertilizantes de sílice durante más de una década, presentó un reporte en un ciclo de conferencias en Sudáfrica en el que señala que los fertilizantes de sílice han superado consistentemente a los fertilizantes de alto análisis* en la producción de cereales.
Esto ha incluido un aumento en los niveles de proteína, en el rendimiento y en la cantidad de granos/cabezas, así como una reducción del material de desecho. Lynch afirma que las uvas fertilizadas con sílice tienen una cáscara de calidad superior, valores más altos de Brix, un tamaño de racimo uniforme y prácticamente una ausencia de enfermedades fúngicas.
Al incluir Silicio en su programa de manejo, un productor de aguacate del norte de Queensland se dio cuenta que dejó de perder hasta el 15% de su cosecha por efecto de la abrasión del viento. La mayor resistencia de la cásacara originó una fruta que no se marcaba al frotarse contra las ramas en condiciones de clima ventoso.
Los campos de golf con frecuencia reportan que los “greens” se usan mejor después de las aplicaciones de tierra de diatomeas líquida micronizada (una fuente rica en silicio).
FUENTES DE FERTILIZANTES DE SILICIO
Los fertilizantes de Sílice están disponibles en forma líquida y sólida y los líquidos ofrecen la respuesta más rápida.
El silicio se encuentra en buenos niveles en fertilizantes minerales de roca y en productos de fosfato de roca y guano. Sin embargo, no está en la forma disponible para la planta, y dependiendo del tamaño de partícula, pueden pasar muchos años para que se vuelva disponible. Este no es el caso si el fertilizante es un Silicato de Calcio o un Silicato de Magnesio, pero debe indagarse acerca de la solubilidad de cualquier fertilizante de Sílice que se esté considerando, aunque tampoco sería el caso si se trata de materiales que están micronizados.
La tierra de diatomeas amorfa es una fuente muy rica de sílice insoluble. Este material básicamente son los exoesqueletos de diminutas criaturas prehistóricas llamadas diatomeas. Estos restos contienen hasta un 85% de dióxido de sílice y vistos al microscopio, su concha de sílice es afilada y dentada, casi como una hoja de afeitar rota.
La tierra de diatomeas se ha utilizado como insecticida natural durante décadas, ya que las pequeñas hojas de afeitar dentadas pueden cortar el exoesqueleto del insecto agresor y hacer que se deshidrate y muera.
La veta rica en sílice de la tierra de diatomeas se puede hacer disponible para las plantas micronizando el material hasta un tamaño de partícula de 5.0 micrones, después se pueden mantener en suspensión y aplicarse mediante aspersión o fertirrigación.
Tan solo 5.0 litros de tierra de diatomeas líquida micronizada por hectárea, aplicados mediante fertirrigación de manera regular, pueden elevar los niveles de Sílice de las hojas a un nivel de holgura, con todos los beneficios asociados.
El Silicato de potasio es una buena forma de Silice soluble, pero no es compatible con muchos otros fertilizantes y con frecuencia debe aplicarse de forma independiente. Una manera de superar esta limitante es utilizar un fertilizante a base de Silicato de potasio preformulado, que incluya otros sinergistas.
EN CONCLUSIÓN
La proactividad es la esencia del enfoque biológico. Una vez que se comprende como las plantas se protegen a sí mismas, se les puede proporcionar los componentes necesarios para maximizar este proceso y minimizar la necesidad de la intervención química. En este contexto, el silicio es un prerequisito esencial para el manejo proactivo de plagas, enfermedades y estrés y debe ser parte integral de todo buen programa de nutrición.
Referencia: “Silica – The hidden cost of chemicals” Graeme Sait
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