Propiedades del suelo (Conceptos básicos)
B.- FISICAS
ESTRUCTURA (II)
IMPORTANCIA DE LA ESTRUCTURA DEL SUELO
Un suelo con buena estructura es esencial para la producción de cultivos debido a que:
- Tiene mejor drenaje, ya que se favorece la infiltración* (paso del agua a través de la superficie hacia el interior) y la percolación* (movimiento del agua a través del perfil del suelo)
- Mejora la capacidad de retención de humedad
- Permite una adecuada aireación, lo que posibilita la presencia de oxígeno
- Facilita la penetración y el crecimiento de raíces proporcionando mejor anclaje y nutrición a las plantas
- Facilita la emergencia de las plántulas (en el caso de siembra directa), así como su establecimiento en el caso de trasplante
- Facilita las labores de cultivo
- Contribuye a mantener una adecuada temperatura en el suelo
- Promueve la actividad biológica
- Confiere resistencia a la erosión provocada por el agua (hídrica) y el viento (eólica)
- Evita la compactación
En contraste, un suelo mal estructurado presenta problemas de drenaje; inadecuada retención de humedad (que puede ser excesiva ó insuficiente), y problemas de aireación; esto, además de afectar la disponibilidad de agua y nutrientes, restringe la penetración y el crecimiento de raíces y perjudica considrablemente la producción.
Por otra parte, una pobre estructura hace que los suelos arcillosos sean susceptibles a la compactación y a la formación de costras, lo que dificulta la emergencia y el estabecimiento de las plántulas debido al endurecimiento de la superficie.
Los agregados que se forman de manera natural son relativamente estables (la estabilidad se refiere a su capacidad para resisitir a la degradación), y persiten a las variaciones en los ciclos de humedecimiento y secado que se dan en el suelo. Es en la capa superficial (en la cual los productos de descomposición de la materia orgánica ejercen un efecto cementante en las partículas), donde los agregados se separan y se reorganizan a través del tiempo.
FACTORES QUE AFECTAN LA ESTRUCTURA
La estructura de un suelo está influenciada por diversos factores entre los que se encuentran el clima, la textura, sus propiedades químicas y biológicas así como las prácticas de manejo agronómico empleadas en los diferentes sistemas de producción.
La formación de agregados de suelo puede verse afectada por:
- Bajo contenido de Materia Orgánica
- Poca o nula actividad biológica
- Desequilibrio en la relación Calcio/Magnesio
- Altos niveles de sodio
- Erosion por impacto de la lluvia y /o escurrimientos
- Erosion debida al viento
- Labranza excesiva ó practicas agrícolas inadecuadas por ejemplo cultivar el suelo cuando está muy húmedo ó seco
- Uso de agua de riego de mala calidad
- Tráfico vehicular, de maquinaria y/o pisoteo
Estas condiciones pueden provocar tanto la carencia como la pérdida de estructura
FORMAS DE MEJORAR LA ESTRUCTURA DEL SUELO
Es importante tener en cuenta que, mientras que la textura es una característica permanente (no cambia fácilmente por efecto de la actividad agrícola), la estructura del suelo si es modificable y asimismo ésta modifica el efecto de la textura en lo que se refiere a sus características de retención de humedad, drenaje aireación, disponibilidad de nutrientes, actividad biológica y crecimiento de raíces.
En este sentido es la estructura, la que al definir su porosidad (tamaño y distribución de poros), rige el movimiento de agua y nutrientes, la penetración de raices y la actividad de los organismos del suelo.
Los suelos de textura fina requieren en gran medida de la presencia de agregados para facilitar la realización de las labores agrícolas. Si los agregados no se forman o se degradan, este tipo de suelos se compactan y endurecen.
Generalmente los suelos arcillosos, arenosos y limosos no tienen una estructura adecuada, sin embargo, ésta puede crearse o restaurarse mediante la aplicación de enmiendas*
Algunas sugerencias para crear, mantener y mejorar la estructura del suelo son:
1. Incrementar su contenido de Materia ogánica:
Las aportaciones regulares de materia orgánica (en forma de lombricomposta, composta, estiércol composteado o incorporación de abonos verdes) son una alternativa económicamente factible para todo tipo de suelos (arenosos, limosos y arcillosos), debido a que promueven la integración de agregados estables y favorecen la formación de una estructura granular, lo que mejora la porosidad con todos los beneficios que esto conlleva.
Los agregados en sí son quizás menos importantes que los espacios entre ellos (poros). Un suelo bien estructurado tiene una mezcla adecuada de poros de diversos tamaños, lo cual es esencial para la el crecimiento de las plantas y la producción de cultivos.
Por otra parte, la materia orgánica protege la superficie de la erosión y amortigua la posible compactación y/endurecimiento de la capa superficial.
Los suelos con mucha materia orgánica pueden formar agregados fuertes, mientras que los suelos con poca materia orgánica generalmente forman pocos, o no forman agregados, esta situación se presenta comúnmente en suelos arenosos.
2. Promover la vida del suelo:
La presencia de un mayor contenido de materia orgánica favorece la actividad biológica y esto contribuye a mejorar la estructura del suelo en forma natural a través del tiempo.
Además de los agentes cementantes que unen las partículas de suelo y que se producen cuando los microorganismos descomponen los desechos orgánicos; el crecimiento de las hifas de los hongos y la actividad de lombrices y artrópodos también contribuye a la conformación de los agregados (los agregados microscópicos son las base para la integración de agregados mas grandes). Asimismo, la participación de los microorganismos en el proceso de descomposición de la materia orgánica tiene como resultado la producción de humus.
Debido a la importancia que representa la actividad biológica en el suelo, nuestra línea de productos cuenta con Q Té, el cual contiene una gran diversidad de microorganismos benéficos y funciona como un inoculante altamente eficaz.
3. Mantener el equilibrio en la relación Calcio/Magnesio
En suelos con alto contenido de Magnesio, el uso de Carbonato y/o Sulfato de Calcio (según sea el caso), contribuye a mejorar considerablemente la estructura.
4. Evitar el exceso de sodio
Cuando existe un exceso de sales solubles (alta CE) y/o con un alto porcentaje de sodio intercambiable en el suelo, recomendamos el uso de nuestro producto Nosal Q, elaborado a base de microorganismos digestores de diferentes tipos de sales.
Nosal Q ha demostrado tener un control efectivo en suelos que manifiestan acumulación de sales en la superficie debido al uso continuo y/o excesivo de fertilizantes de síntesis química. El uso de nuestro producto permite el crecimiento y desarrollo normal de las plantas, evitando que se presenten los efectos desfavorables atribuibles a la salinidad y la pérdida de nutrientes minerales que ocurre cuando se realizan lavados de suelo, además de promover la recuperación de su estructura.
5. Evitar la labranza excesiva
Minimizar la perturbación del suelo (manejarlo con técnicas de labranza mínima, labranza de conservación o cero labranza) también beneficia su estructura debido a que se reduce la tasa de descomposición de la materia orgánica, la erosión, el daño a su red alimentaria y la desintegración de sus agregados.
Con el propósito de preparar una buena cama de siembra para el establecimiento del cultivo, las prácticas de labranza llegan a considerarse necesarias cuando los suelos se compactan. No obstante, la condición del suelo creada por la labranza tiende a ser inestable ya que se obtiene mediante manipulación mecánica, esto significa que los agregados se desintegrarán fácilmente por efecto de la lluvia provocando que el suelo se asiente y se compacte nuevamente. De esta forma puede generarse un círculo vicioso en el cual las labores de cultivo realizadas continuamente, llegan a empeorar el problema de compactación.
En conclusión:
La facilidad con que las partículas del suelo se unen para formar agregados, es la medida de su estructura.
La materia orgánica y las comunidades prósperas de organismos del suelo son fundamentales para ello.
Los suelos “ideales” para la el crecimiento de las plantas estan conformados por agregados granulares sueltos similares a migajas de galleta que retienen adecuadamente la humedad y los nutrientes, y los hacen resistentes a la compactación, de aquí que:
Proteger la integridad de la estructura del suelo es básico para maximizar el rendimiento de cualquier cultivo