Como consecuencia del uso excesivo de sales químicas y de pesticidas, es muy común tener suelos contaminados, con desequilibrios minerales, con bajo contenido de MO y poca actividad biológica.
Si sabemos que el suelo es un sistema vivo y dinámico que está en constante interacción con la planta, luego entonces trabajar en suelos “enfermos” en mayor o menor medida dificulta alcanzar el objetivo de producir cultivos sanos con altos rendimientos, buena calidad y a bajo costo.


