(Society of Chemical Industry, 2023)
Si bien un arándano con una infección fúngica podría terminar en el cesto de basura de la mayoría de las personas, para un equipo de investigadores de EE. UU. este ha proporcionado una clave para abordar el uso insostenible de insecticidas.
En un nuevo estudio publicado en Pest Management Science, el equipo exploró cómo los arándanos infectados con un hongo específico, Colletotrichum fioriniae, emiten olores que repelen a la Drosophila de alas manchadas, una mosca de la fruta que es una plaga destructiva de las berries y las cerezas. Al recrear el aroma repelente del hongo, los investigadores pudieron engañar a las moscas para que percibieran que la fruta sana como si estuviera infectada. ¿El resultado? Un método alternativo de control de plagas que puede manipular el comportamiento de los insectos y reducir el uso de insecticidas, sin necesidad de que ocurra una infección por hongos.
La Drosophila de alas manchadas (Drosophila suzukii) es una plaga importante que representa una amenaza significativa para las frutas de piel fina y causa pérdidas económicas sustanciales a los productores de todo el mundo. «D. suzukii es muy difícil de controlar porque la mayor parte de su ciclo de vida ocurre dentro de la fruta, donde las moscas están protegidas de los aerosoles químicos, dejando sólo a los insectos adultos voladores como objetivos potenciales de los insecticidas», explicó Caitlin Rering, del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, y uno de los autores principales del estudio. «Las moscas también son capaces de crecer exponencialmente una vez que comienza la infestación. Una sola hembra de Drosophila suzukii puede producir más de 350 huevos en su vida, y cada huevo puede convertirse en adulto en tan solo 10 días», añadió.
Este crecimiento prolífico significa que los agricultores actualmente dependen del uso intensivo de plaguicidas para proteger los cultivos, lo que conduce a la contaminación del medio ambiente y la promoción de la resistencia a los insecticidas. Por tanto, el trabajo de Rering y el equipo contribuye a la necesidad urgente de enfoques alternativos para el manejo de D. suzukii.
C. fioriniae es una amenaza para los cultivos por sus propias características. El hongo puede causar pudrición y, como señala Rering, «ciertamente no es un organismo que los agricultores querrían introducir en sus campos». Sin embargo, al analizar la diferencia en los olores emitidos por la fruta sana y la podrida, los investigadores pudieron identificar sustancias químicas volátiles específicas producidas por el hongo para repeler a D. suzukii.
«De todos los productos químicos que probamos, dos parecen particularmente potentes para repeler moscas: crotonato de etilo y butirato de etilo. Estos son productos químicos pequeños y simples con estructuras químicas muy similares. En nuestras pruebas de laboratorio, ambos compuestos volátiles ahuyentaron a D. suzukii de buscar alimento y poner huevos en la fruta tratada», observó Rering.
Rering señaló que el método de control aprovecha la alta sensibilidad de D. suzukii al aroma de las frutas infectadas: «Para un ser humano, la fruta que estudiamos en las primeras etapas de la infección tiene un aspecto y un olor completamente normales. Sin embargo, las moscas pueden distinguir fácilmente entre las frutas infectadas y las no infectadas, incluso cuando nosotros no podemos hacerlo».
Los dos repelentes reportados en el estudio tienen un potencial significativo para su aplicación en el campo, brindando a los productores alternativas no tóxicas a los métodos tradicionales de control químico. En particular, Rering explicó cómo los volátiles identificados podrían incorporarse a una estrategia de control de plagas conocida como manejo «push-pull»**
**La estrategia de manejo «push-pull», es una herramienta novedosa para programas de manejo integrado de plagas. Utiliza una combinación de estímulos que modifican el comportamiento para manipular la distribución y abundancia de insectos plaga y/o enemigos naturales.
El repelente natural «alejaría» a los insectos del cultivo, mientras que un atrayente los atraería hacia una trampa que contiene insecticida, matando a las moscas sin rociar químicos tóxicos sobre una vasta área de cultivos.
«Nuestros próximos pasos son comenzar a probar los repelentes en el campo sólos y en combinación con atrayentes en un escenario de “push-pull”. Comenzamos a hacer pruebas en el campo este verano y hasta ahora tenemos algunos resultados muy prometedores. También queremos probar si estos repelentes funcionarán en otras frutas infestadas por D. suzukii, como fresas, cerezas y frambuesas», dijo Rering.
Referencias: Society of Chemical Industry. (26 de Septiembre de 2023). Fungus versus flies: Following a scent towards insecticide-free pest management. Obtenido de PHYS ORG: https://phys.org/news/2023-09-fungus-flies-scent-insecticide-free-pest.html


