
Investigadores han descubierto que el uso de cultivos de cobertura como «mantillo vivo» entre los surcos de maíz puede mejorar significativamente la salud del suelo y el ciclo de nutrientes, ofreciendo un enfoque sostenible para la gestión agrícola.
La investigación, realizada en el condado de Changtu, en el noreste de China, investigó los efectos de diferentes tipos de cultivos de cobertura—leguminosas, gramíneas y una mezcla de ambos—sobre las propiedades del suelo y las comunidades microbianas. El artículo se publicó en la revista Agriculture, Ecosystems & Environment.
Los cultivos de cobertura, sembrados durante o después del crecimiento del cultivo principal, ayudan a prevenir la erosión del suelo, mejorar la fertilidad y aumentar el aporte de nutrientes derivados de las plantas. La degradación del suelo, impulsada por prácticas agrícolas insostenibles, representa serias amenazas para la seguridad alimentaria y el desarrollo agrícola regional.
Los cultivos de cobertura ofrecen una solución integrada de «uso y mantenimiento» para restaurar tierras agrícolas degradadas. Mientras que investigaciones anteriores se han centrado en los efectos de los residuos de cultivos de cobertura en descomposición, este estudio examinó el impacto de los cultivos de cobertura vivos que crecen junto al cultivo principal.
El equipo de investigación del Instituto de Ecología Aplicada de la Academia China de Ciencias en Shenyang llevó a cabo un experimento de campo donde el maíz se intercaló con diferentes tratamientos de cultivos de cobertura.
Los investigadores encontraron que los cultivos de cobertura de leguminosas aumentaron el carbono orgánico disuelto y el nitrógeno disponible en el suelo, alterando la estructura de la comunidad microbiana y promoviendo el ciclo del carbono. Esto alivió la limitación microbiana de carbono, otorgando a los microbios un acceso más fácil al carbono que necesitaban para prosperar.
Por otro lado, los cultivos de cobertura de gramíneas ayudaron a mantener los niveles de carbono y nitrógeno total en el suelo, al tiempo que aumentaron la biomasa microbiana general, particularmente entre los grupos bacterianos.
Los resultados más prometedores provinieron del tratamiento mixto de cultivos de cobertura, que combinó los beneficios tanto de las leguminosas como de las gramíneas. Este enfoque mejoró tanto los niveles de carbono como de nitrógeno, manteniendo el equilibrio general de nutrientes del suelo. Además, el tratamiento mixto también mejoró significativamente las funciones microbianas, como lo evidencian los cambios dinámicos temporales en los grupos funcionales microbianos revelados en el estudio.
El estudio destacó el potencial de los cultivos de cobertura como una técnica de «mantillo vivo» para mejorar la salud del suelo. Los investigadores sugirieron que una mezcla de cultivos de cobertura de leguminosas y gramíneas es el enfoque más efectivo para los sistemas de intercalado de maíz. Este método podría ayudar a abordar los desafíos de la degradación del suelo, como la disminución de la fertilidad y la erosión, que amenazan la seguridad alimentaria.
Los hallazgos proporcionan valiosas ideas para desarrollar e implementar técnicas de intercalado de cultivos de cobertura y maíz, particularmente en regiones de suelos negros que enfrentan degradación.
Fuentes
Na, C. (2025, Enero 3). Cover crops as living mulch boost soil health and nutrient cycling, study finds. Phys.org. https://phys.org/news/2025-01-crops-mulch-boost-soil-health.html
