Parte 4
Rotaciones de Cultivos
Junto con los cultivos de cobertura, los cultivos comerciales fijadores de nitrógeno (principalmente leguminosas como chícharo o frijol), pueden proporcionar una fuente adicional de Nitrógeno para el suelo. Aunque la mayoría de las investigaciones que examinan los beneficios de las rotaciones de cultivos se centran en la fertilidad del suelo, éstas también confirman que el aumento de la diversidad de cultivos a través de rotaciones de múltiples especies produce un aumento correspondiente en la riqueza de especies del suelo.
Por ejemplo, un estudio de 12 años en Michigan, dirigido por L. K. Tiemann, comparó siete rotaciones de cultivos diferentes, que iban desde un monocultivo de maíz hasta una rotación muy diversa de múltiples leguminosas. Los investigadores observaron indicadores de actividad biológica significativamente más altos en suelos con las rotaciones de cultivos más diversas, incluyendo mayores tasas de descomposición y la presencia de exudados microbianos, tales como compuestos similares a pegamentos que forman agregados en el suelo. La rotación de cultivos anuales con cultivos forrajeros perennes, que puede contener múltiples especies o una sola especie, beneficia la sanidad del suelo al mantener el terreno cubierto durante muchos años, eliminar la labranza y mantener una planta viva la mayor parte del año durante esa parte de la rotación.
Aportaciones Orgánicas al Suelo
Cuando se trata de la sanidad del suelo, el manejo de nutrientes destaca el papel de los insumos naturales sobre los insumos químicos. Los insumos naturales comunes incluyen composta, estiércol, coberturas vegetales, harina de huesos y sangre, algas marinas y no marinas y abonos verdes, especialmente con cultivos de leguminosas. La rotación del ganado en campos en barbecho, proporciona una estrategia adicional para la fertilización a base de estiércol.
El manejo adaptativo de nutrientes es importante durante la transición hacia un sistema de manejo de la sanidad del suelo y depende de los sistemas de cultivo y la disponibilidad de los insumos naturales. Estos insumos naturales varían en su composición química. Además, tienen que descomponerse antes de que los nutrientes que contienen estén disponibles para los cultivos, un proceso que ocurre durante un período prolongado. La liberación de nutrientes a partir de insumos naturales también puede fluctuar de acuerdo con la temperatura, la humedad del suelo y la riqueza de especies que lo habitan. A pesar de la variabilidad y la lenta liberación de las fuentes naturales de fertilidad del suelo, los insumos naturales eliminan algunos de los desechos, costos y contaminación resultantes del uso de los fertilizantes químicos. Es necesario tener cuidado en los sistemas de producción de hortalizas para seguir las reglas de seguridad alimentaria con respecto al uso de estiércol animal.
Estos beneficios están bien ilustrados en un artículo de J. P. Reganold que compara los rendimientos del trigo en granjas del este de Washington durante un período de 80 años que comenzó en 1908. En los primeros años registrados, toda la tierra se cultivaba esencialmente de forma orgánica, ya que no había insumos químicos disponibles. Sin embargo, a partir de 1948, algunas tierras de cultivo fueron tratadas periódicamente con fertilizantes químicos, mientras que otras continuaron cultivándose sin ningún insumo sintético. Los investigadores descubrieron que los rendimientos netos fueron básicamente los mismos en ambos tipos de campos a lo largo de su historia. La finca que no usaba fertilizantes químicos en general tenía menos ingresos porque la tierra se barbechaba cada tres años con un cultivo de abono verde de alfalfa. Sin embargo, esa finca también redujo sus gastos sin el costo de fertilizantes sintéticos. El mismo estudio reveló que los campos en rotación de trigo – alfalfa tuvieron un promedio de 5.9 pulgadas (15 cm) más de capa superficial de suelo que los campos donde se usaron fertilizantes sintéticos.
Por supuesto, las fuentes naturales de fertilidad del suelo dependen de complejas redes alimentarias del mismo paras su descomposición. De hecho, las investigaciones demuestran que normalmente se encuentran mayores cantidades y tipos de organismos del suelo en fincas manejadas con insumos naturales. En un estudio, dirigido por E. Gagnarli, que compara viñedos orgánicos versus viñedos convencionales en Italia, los investigadores observaron que los suelos orgánicos que estudiaron se parecían a suelos forestales no perturbados en cuanto a su riqueza de vida en el suelo.
Sistema de cultivo “Ley” (“Ley* farming”)
Este tipo de agricultura, en la que los campos de cultivos anuales no son labrados, sino que se siembran con una cubierta perenne de pasto o una leguminosa durante meses o años, históricamente fue un método común para reconstruir la sanidad del suelo. Algunos agricultores utilizaron campos manejados con “Ley farming” para la producción de heno o el pastoreo de ganado. Con el desarrollo de fertilizantes químicos de bajo costo a principios del siglo XX, el método “ley farming” se abandonó en gran medida en favor del cultivo continuo. A pesar de su declive, este método sigue utilizándose ocasionalmente en rotación con la producción de cultivos.
En Australia, los investigadores han rastreado el uso de “ley farming” en más de 50 millones de acres, donde el trigo ha sido rotado con pastura a base de leguminosas para ovejas durante varias décadas. En los resultados de investigaciones publicadas, este sistema demostró un aumento natural en el contenido de Nitrógeno del suelo y agregados hidroestables, así como incrementos del 50% en el rendimiento del trigo (en comparación con el cultivo continuo de trigo).
De manera similar, estudios de caso en Argentina han demostrado la eliminación exitosa de fertilizantes químicos en los campos de cereales donde se practica “ley farming” rotacional. A pesar de que este método rotativo se ha utilizado durante siglos, la investigación contemporánea sobre esta práctica sigue siendo limitada, especialmente la investigación relacionada con el “ley farming” y la biodiversidad del suelo. No obstante, un estudio sobre “ley farming” rotacional, dirigido por K. Y. Chan, encontró que el mayor número de lombrices de tierra se producía durante el segundo año del uso de “ley farming” de gramíneas-leguminosas, mientras que las poblaciones de lombrices se reducían a sus niveles más bajos durante la producción activa del cultivo comercial.
| *El término «ley» se deriva del inglés antiguo «lea», que significa vegetación herbácea en barbecho en antiguos campos de cultivo. Se refiere a un sistema de uso de la tierra donde se alternan cultivos herbáceos con vegetación utilizada para la producción ganadera. |
Referencia: Hopwood Jennifer, Frischie Stephanie, May Emily and Lee-Mäder Eric. Farming with Soil Life. Farming with Soil life. A Handbook for Supporting Soil Invertebrates and Soil Health on Farms. The Xerces Society for Invertebrate Conservation. 2021

