PRÁCTICAS AGRÍCOLAS QUE PROMUEVEN LA SANIDAD DEL SUELO

Parte 1

Las prácticas agrícolas que favorecen la sanidad del suelo con frecuencia necesitan ser personalizadas o adaptadas a las condiciones locales. Sin embargo, se utilizan algunas estrategias generales en casi todas las zonas climáticas, condiciones del suelo o sistemas de cultivos. Normalmente, algunas de las estrategias que respaldan la sanidad del suelo se centran en algunas acciones clave:

  • Minimizar el potencial de erosión a través de sistemas de conservación que protejan los campos de cultivo del viento y los escurrimientos de agua.
  • Cubrir el suelo tanto como sea posible durante todo el año o mantener sistemas de raíces vivas continuamente en el suelo.
  • Reducir los cultivos mecánicos y la compactación.
  • Aumentar el contenido de materia orgánica con insumos naturales y al mismo tiempo reducir o eliminar las aportaciones de fertilizantes químicos.
  • Maximizar la diversidad de cultivos.
  • Integrar la producción de cultivos y la ganadería. Por ejemplo, rotarlos en sucesión o hacer pastoreo de cultivos de cobertura.
  • Aumentar la biodiversidad del suelo reduciendo o eliminando los pesticidas, incluidos los fumigantes del suelo.

Cualquiera de estas estrategias merece tener su propio libro (y, de hecho, hay muchos libros sobre todos estos temas). Además, la mayoría de estas estrategias están profundamente interconectadas. Por ejemplo, controlar la erosión, aumentar el contenido da materia orgánica del suelo y mantener una cobertura viva podrían abordarse mediante una sola práctica, como los cultivos de cobertura.

Describir todas las prácticas de conservación, sistemas de manejo de cultivos y herramientas especializadas que pueden ayudar a optimizar la sanidad del suelo parece casi imposible. Sin embargo, vale la pena revisar al menos algunas de las prácticas de conservación del suelo más establecidas, bien comprendidas y accesibles.

  1. Amortiguadores para el control de la erosión

La pérdida de suelo debido a la erosión eólica e hídrica es un proceso natural y continuo que ocurre en la mayoría de los suelos, tanto en entornos naturales como agrícolas. Si bien esta pérdida suele ser un proceso lento que puede pasar desapercibido en entornos naturales, a menudo se acelera con el cultivo y el pastoreo, lo que requiere un trabajo activo para contrarrestar la erosión y mantener el suelo en la granja. Para reducir la pérdida de suelo en las explotaciones agrícolas se han desarrollado diversos sistemas de conservación:

Cultivo en terrazas. Las terrazas son accidentes geográficos horizontales construidos en las pendientes, para proporcionar superficies estables y relativamente no erosionables para la producción de cultivos. Se pueden encontrar ejemplos de campos en terrazas que han sostenido una producción agrícola continua durante cientos de años en el sur de Europa y en Asia.

• Franjas de protección en contorno. Una versión de menor escala de las terrazas es el uso de franjas de amortiguamiento en contorno, donde franjas de vegetación perenne se alternan con franjas más anchas de cultivos en hileras en terrenos con pendiente (inclinados). Las franjas de vegetación ayudan a capturar los sedimentos que se arrastran cuesta abajo en forma de erosión laminar y proporcionan una barrera contra la formación de surcos.

• Barreras rompevientos. También conocidos como cinturones de protección, las barreras rompevientos consisten en una o más plantaciones en hileras lineales de árboles o arbustos que rodean campos agrícolas, pastizales y edificios agrícolas. En los Estados Unidos, donde las barreras rompevientos se han promovido desde la década de los 30´s como elemento de protección del suelo, los diseños típicos requieren de 3 a 10 hileras de árboles y arbustos. En base a estas especificaciones muy generalizadas, las barreras rompevientos suelen ser capaces de reducir la velocidad del viento a una distancia de al menos 20 veces la altura de la barrera.

Estas técnicas de conservación ayudan a prevenir la pérdida directa de suelo de los campos agrícolas. También existen otras, como los canales de conducción de agua empastados, las franjas filtrantes y las zonas de amortiguamiento ribereñas, que se usan para manejar o capturar el suelo erosionado una vez que ha sido desalojado de los campos de cultivo.

Referencia: Hopwood Jennifer, Frischie Stephanie, May Emily and Lee-Mäder Eric. Farming with Soil Life. Farming with Soil life. A Handbook for Supporting Soil Invertebrates and Soil Health on Farms. The Xerces Society for Invertebrate Conservation. 2021

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