Parte 3
Pesticidas
Los pesticidas, que incluyen insecticidas, fungicidas, herbicidas y fumigantes del suelo, se utilizan para controlar insectos, enfermedades, malezas y otras plagas que pueden reducir el crecimiento o la productividad de los cultivos agrícolas. En los Estados Unidos se utilizan anualmente más de mil millones de libras de ingredientes activos de pesticidas, y más del 90% de esa cantidad se usa en entornos agrícolas.
a) Impactos de los pesticidas en los invertebrados del suelo
Una variedad de pesticidas puede alterar las comunidades microbianas y de invertebrados del suelo, así como las funciones y procesos del mismo en los que estos organismos median. Los efectos de los pesticidas en los suelos pueden ser desde letales, incluida la muerte inmediata o el acortamiento de la vida, hasta subletales, como la disminución de la salud, el comportamiento, la reproducción y el crecimiento. Los pesticidas también pueden afectar indirectamente a la fauna del suelo al alterar la red alimentaria que lo habita y la dinámica de la comunidad (por ejemplo, al reducir las presas para los enemigos naturales).
Los residuos de pesticidas en los suelos de los campos de cultivo y en los márgenes de los mismos son una posible vía de exposición para casi el 70% de las especies de abejas que anidan en el suelo. Los insecticidas y fungicidas sistémicos de alta movilidad se trasladan fácilmente desde los campos tratados a los suelos y plantas de hábitats adyacentes, incluso a través del polvo que se desprende durante la siembra de semillas tratadas, así como a través del suelo.
Los residuos de insecticidas neonicotinoides (un tipo de insecticidas sistémicos) en los suelos de los márgenes de los campos agrícolas se han asociado con una menor riqueza de especies de abejas que visitan esas áreas. La contaminación con fungicidas podría afectar la nutrición y el desarrollo de las larvas y hacer que las abejas sean más susceptibles a otros factores estresantes, como la exposición a insecticidas y la infección por patógenos. La exposición crónica a residuos de pesticidas (por ejemplo, larvas de abejas expuestas a suelos contaminados) podría tener diversos impactos en el desarrollo, la longevidad y la reproducción.
Las lombrices de tierra y los Enquitréidos (una familia de anélidos) que desempeñan funciones clave en el suelo y representan la mayor parte de la biomasa faunística de éste en la mayoría de los ecosistemas terrestres, se ven afectados por los pesticidas a nivel individual, comunitario y poblacional. Algunos insecticidas, fungicidas y herbicidas pueden aumentar la mortalidad de estos organismos, reducir su crecimiento y reproducción, cambiar el comportamiento individual (como la tasa de alimentación) o disminuir la biomasa y densidad total de la comunidad. Estos efectos pueden ser combinados y a veces de corta duración, pero es probable que la exposición crónica a los pesticidas en los suelos tenga implicaciones a largo plazo para la vida que habita en ellos. Es probable que las comunidades del suelo muestren cambios a corto y largo plazo en la composición de las especies que las integran, favoreciendo la vida del suelo que es menos susceptible a los pesticidas, o que pueden desintoxicarse más fácilmente.
El grado de exposición de un organismo del suelo a los pesticidas que hay en éste, depende de su estilo de vida. Los invertebrados que viven en el suelo y que son muy móviles, como los artrópodos depredadores, tienen más probabilidades de quedar expuestos a medida que se mueven a través de suelos contaminados, que los organismos del suelo que son bastante estacionarios. Los invertebrados que viven cerca de la superficie del suelo también tienen más probabilidades de estar expuestos a pesticidas que aquellos que viven a mayor profundidad.
A largo plazo, las poblaciones y especies pueden adaptarse para sobrevivir en suelos contaminados, incluso aumentando la expresión de ciertas enzimas desintoxicantes. Sin embargo, estas adaptaciones pueden tener un costo energético, conductual o reproductivo desconocido.
Es importante recordar que los invertebrados del suelo y los procesos ecológicos en los que median no son los únicos organismos y procesos afectados por los pesticidas aplicados al suelo. Los residuos de pesticidas absorbidos y almacenados en los tejidos de las lombrices de tierra y otros invertebrados pueden ascender en las cadenas alimentarias y acumularse en dosis más altas en las aves y otras especies de vida silvestre que se alimentan de estos organismos que viven en el suelo. Uno de los principales legados del insecticida DDT fue su efecto devastador en las aves de rapiña. Los insecticidas modernos, como los neonicotinoides, parecen estar teniendo efectos negativos similares en cascada, en las aves insectívoras.
El uso de pesticidas también presenta riesgos para quienes los aplican, los trabajadores agrícolas y las comunidades que continuamente están expuestas a ellos. Los trabajadores agrícolas sufren lesiones y enfermedades ocasionadas por pesticidas a un ritmo mucho mayor que la población general, y tanto la exposición aguda como crónica a residuos de pesticidas puede tener efectos negativos en su salud y la de sus familias.
La adopción de estrategias de manejo sin químicos para el combate de insectos, enfermedades y malezas beneficia tanto a la salud humana como al medio ambiente.
Referencia: Hopwood Jennifer, Frischie Stephanie, May Emily and Lee-Mäder Eric. Farming with Soil Life. Farming with Soil life. A Handbook for Supporting Soil Invertebrates and Soil Health on Farms. The Xerces Society for Invertebrate Conservation. 2021

