COMO MANEJAR LOS ESTIMULANTES MICROBIANOS

Parte 5

Criterios para posicionar los bioestimulantes en un sistema agricola

2.- Como manejar los Bioestimulantes en relación con otros productos

Materiales Antagonistas

Los materiales en los que hemos visto efectos antagonistas, es decir, que no funcionan bien cuando los combinamos son los siguientes:

a) Hongos Micorricicos – Fosforo soluble

Cuando adicionamos un producto a base de Fosforo soluble, como por ejemplo el fósforo líquido 989, a una aplicación de hongos micorrícicos, el efecto que obtendremos será que suprimirá y eliminará casi por completo la actividad de los hongos, los cuales no establecerán una colonia viable y no colonizarán el sistema de raíces.

b) Activadores de la RSA – Nitratos

Los materiales activadores del Sistema de Resistencia Adquirida (SRA) o resistencia inducida, como el quitosan o las rizobacterias que promueven el crecimiento de las plantas, o productos como «Regalia» que es un extracto de Knotweed Gigante japonés (Reynoutria sachalinensis) por ejemplo, no funcionan bien cuando las plantas tienen altos niveles de nitratos en la savia o cuando se combinan con una aplicación de nitrógeno. De ahí que, si hay altos niveles de nitratos en la savia de la planta y ésta tienen un excedente de Nitrógeno, dichos activadores no producen ni por mucho la misma respuesta del cultivo, ya que la planta está gastando demasiada energía tratando de lidiar con los nitratos.

c) Azotobacter – Nitrógeno soluble

Cuando tenemos altos niveles de nitrógeno soluble en el suelo y adicionamos Azotobacter, ocurre algo similar a lo que pasa con la combinación de micorrizas y fósforo soluble.

Este es un punto realmente interesante. Durante mucho tiempo y en todas las granjas en las que hemos trabajado tanto en toda América del Norte como en el resto del mundo, continuamente hemos encontrado que casi nunca sufren deficiencia de Nitrógeno. De hecho, uno de los problemas que regularmente enfrentamos es el exceso de Nitrógeno en la planta, ya sea que se trate de un cultivo de tomate, de hortalizas de hoja, de árboles frutales o nueces (cualquiera que sea el caso), o incluso maíz comercial; constantemente estamos monitoreando y tratando de hacer un manejo para asegurarnos de no terminar con niveles excesivos de Nitrogeno dentro de la planta. Hemos podido producir esta respuesta que casi en su totalidad proviene de inoculantes bacterianos que incluyen Azotobacter y otras bacterias que pueden fijar Nitrógeno para un cultivo, incluso en ausencia de leguminosas, es decir, que no tienen una relación simbiótica con las leguminosas y son capaces de fijar ese Nitrógeno a cualquier cultivo vivo. No obstante, otros productores no están teniendo este mismo nivel de éxito con Azotobacter. Ellos no han podido usar inoculantes bacterianos para suministrar una cantidad sustancial de Nitrogeno a las plantas y considero que el problema no es con el desarrollo bacteriano de Azotobacter, dado que tenemos docenas de granjas en las que el cultivo tiene un aprovisionamiento generoso de Nitrógeno total donde no se aplica Nitrógeno.

Hace apenas dos años estuve en una granja en el Este de Pensilvania que producía maíz orgánico. Se había establecido un cultivo de cobertura e incorporado antes de sembrar el cultivo de maíz. El maíz produjo 320 bushels por acre de rendimiento sin aplicaciones de Nitrógeno. Ni siquiera una forma de pescado o algo parecido, el 100% provenía del cultivo de cobertura y de los inoculantes microbianos. La razón por la cual creo que hemos podido tener el éxito que en otras granjas no se ha logrado es que hemos combinado los inoculantes bacterianos con otros bioestimulantes que aumentan su efecto y no hemos utilizado ningúno de los materiales antagonistas como el Nitrógeno soluble.

d) Inoculantes microbianos – Fertilizantes oxidantes

Digamos que se tiene una solución de una sal fertilizante y tenemos una pequeña cortada en un dedo, si se mete algo del fertilizante en esa pequeña cortada, empieza a quemar. Esa quemadura es oxidación celular y exactamente lo mismo ocurre con las células bacterianas que están en la solución del suelo o en el perfil del suelo. Así, detectamos que muchos fertilizantes como por ejemplo el sulfato de amonio o la urea o muchos de estos fertilizantes iónicos solubles y soluciones nutritivas tienen un efecto antagónico muy fuerte ante los inoculantes microbianos. No estamos sugiriendo que no se deben aplicar estos materiales, la sugerencia es que es necesario amortiguarlos con sustancias húmicas, con carbohidratos o con otros materiales que realicen este efecto, cuando así se requiera, de manera que no tengan un impacto tan fuerte sobre la población microbiana en la rizosfera.

e) Bacterias fitosanitarias – Bactericidas

La combinación de bacterias fitosanitarias para el control de posibles patógenos bacterianos y fúngicos en la superficie de la hoja (filoplano) con productos bactericidas es una mezcla antagónica muy obvia y muy importante. En la actualidad, hay una gama de inoculantes biológicos combinados con bioestimulantes enzimáticos disponibles en el mercado. Un producto que utilizamos mucho es el micro5000 (combinación de nutrientes y bacterias benéficas fitosanitarias que colonizan la superficie de la hoja y establecen una relación simbiótica con la planta que es muy similar a la relación simbiótica que tiene las bacterias y los hongos micorrícicos en la raíz). Dado que tenemos esta relación simbiótica en la superficie de la hoja, esa población microbiana va a tener problemas e incluso tal vez desaparecerá por completo cuando fumiguemos la planta con bactericidas (como es el caso de aplicaciones de Cobre, de Manganeso o de Peróxido de hidrógeno).

Nuevamente, no estoy diciendo que nunca debemos realizar aplicaciones de Cobre o Manganeso. Si nos hemos enfrentado con enfermedades bacterianas, sabemos que hay un tiempo y un lugar apropiado para esos tratamientos. Lo que estoy planteando es que podemos llegar a un punto en el que utilicemos otras herramientas y ya no dependamos de las aplicaciones de cobre y demás. No obstante, en términos de posicionamiento de bioestimulantes y de estos productos biológicos, es mejor utilizarlos en cultivos en áreas donde no entren en conflicto con los bactericidas que pudieran aplicarse, esto es lo único que estoy sugiriendo.

e) Inoculantes fúngicos – Fungicidas

Aplicar estos dos materiales en combinación o en una estrecha cercanía en relación con los momentos de aplicación, tiene un efecto antagónico obvio.

Referencia: How to Manage Microbial Bioestimulants” Webinar by John Kempf. Advancing Eco Agriculture

Deja un comentario