Parte 17
BIODIVERSIDAD DEL SUELO Y CAMBIO CLIMATICO
El impacto de la biodiversidad del suelo en el CO2
La retroalimentación entre el Carbono del suelo y el CO2 atmosférico es un proceso que aún no se comprende completamente. Sin embargo, en general se acepta que la biota del suelo desempeña el papel dominante en esta interacción. Por lo tanto, los procesos biológicos del suelo claramente pueden tener un gran efecto en el ciclo global del Carbono. Esto se debe a que los suelos actualmente contienen aproximadamente el doble de la cantidad de Carbono que se encuentra en la atmósfera, y anualmente se producen flujos de este gas, entre el suelo y la atmósfera, por cientos de gigatoneladas. La comprensión detallada del ciclo del Carbono es vital para aumentar nuestro entendimiento acerca de la retroalimentación de Carbono que ocurre entre el suelo y la atmósfera, y si esto puede ser controlado y cómo sería.
Bellamy y colaboradores (2005) encontraron que se estima que anualmente se pierden 13 millones de toneladas de Carbono en los suelos del Reino Unido. Esto equivale al 8.0 % de sus emisiones totales de Carbono. Como se descubrió que las pérdidas de Carbono Orgánico del Suelo (COS) son independientes de sus propiedades, esto ha llevado a la formulación de la hipótesis de que la estabilidad del Carbono Orgánico del Suelo depende de la actividad y diversidad de los organismos que lo habitan (Schulze y Freibauer 2005). Sin embargo, hay evidencia de que en algunas áreas, los suelos funcionan como un punto de demanda de CO2, ya que a través de la fotosíntesis se introduce más Carbono en el sistema del suelo, del que se elimina mediante la respiración. Estudios realizados en diferentes latitudes han demostrado que la tasa de descomposición de la materia orgánica del suelo se duplica por cada aumento de 8.0 a 9.0 °C en la temperatura media anual (Ladd et al., 1985). Si bien esto es mayor que los aumentos previstos debido al cambio climático, en igualdad de condiciones, es evidente que el aumento de las temperaturas globales acelerará las tasas de descomposición de la materia orgánica del suelo. Esto tiene el potencial de generar pérdidas aún mayores de CO2 del mismo.
La biodiversidad del suelo también puede tener efectos indirectos sobre si el suelo funciona como una fuente o como una demanda de Carbono. Se ha demostrado repetidamente que la biodiversidad del suelo afecta la erosionabilidad debido a una serie de mecanismos que incluyen exudados extracelulares y la unión física de partículas del suelo con hifas de hongos. Este proceso es importante con respecto al cambio climático, ya que se ha probado que la erosión del suelo puede convertirlo de una demanda de Carbono a una fuente de Carbono (Lal y Pimentel 2007). Sin embargo, la magnitud de este efecto sigue siendo controvertida y es un área de investigación en curso.
El impacto de la biodiversidad del suelo en otros gases de efecto invernadero
La producción de metano (CH4) también ocurre como parte del ciclo del Carbono. Este es producido por la microbiota del suelo en condiciones anaeróbicas, mediante un proceso conocido como metanogénesis. El Metano es aproximadamente 21 veces más potente como gas de efecto invernadero que el Dióxido de Carbono. El Óxido Nitroso (N2O) se produce como parte del ciclo del Nitrógeno mediante procesos conocidos como nitrificación y desnitrificación que se llevan a cabo por la microbiota del suelo. El Óxido Nitroso es 310 veces más potente como gas de efecto invernadero que el Dióxido de Carbono.
De los totales emitidos, el 80% del N2O y el 50% del CH4 emitido se producen por procesos del suelo en ecosistemas bajo condiciones de manejo. Si bien estos gases son gases de efecto invernadero posiblemente más potentes que el CO2, solamente el 8.0% de los gases de efecto invernadero emitidos son CH4 y sólo el 5.0% son N2O aproximadamente, mientras que el CO2 representa el 83% del total de gases de efecto invernadero emitidos, aproximadamente.
La contribución porcentual real de estos gases al calentamiento global se puede ver en la siguiente gráfica (Fuente: Inventario de emisiones y demandas de gases de efecto invernadero de la EPA de EE. UU.)

Esto proporciona evidencia sólida de que el sistema de suelo tiene el potencial de desempeñar un papel muy importante, ya sea en causar o en ayudar a mitigar los efectos del cambio climático. Por consiguiente, es fundamental que comprendamos plenamente el sistema del suelo y su retroalimentación con los gases de efecto invernadero en la atmósfera, para permitirnos hacer predicciones precisas sobre el cambio climático y los posibles impactos de diversas prácticas de manejo de tierras agrícolas.
Referencia: Gardi Ciro and Jeffery Simon. Soil Biodiversity. Joint Research Centre, Scientific and Technical Reports Institute for Environment and Sustainability. Land Management & Natural Hazards Unit.
