BIODIVERSIDAD DEL SUELO 3ra Parte

Existen otros mecanismos por los cuales el Carbono puede permanecer en el suelo durante largos períodos, posiblemente siglos. Un ejemplo de ello son las turberas, qué debido a su naturaleza anegada, tienen un intercambio gaseoso muy restringido entre la atmósfera y la propia ciénaga.

Esto significa que las zonas subterráneas de las turberas se vuelven anaerobias y acidas y esto restringe severamente la descomposición microbiana de la materia orgánica.

Sin embargo, en los suelos minerales es menos común que se produzca anegamiento y así prevenir la descomposición microbiana. En estos suelos es más común que sea la inaccesibilidad de la materia orgánica al ataque microbiano lo que impide su descomposición.

Esto puede ocurrir debido a que la materia orgánica está atrapada entre los agregados del suelo, lo que significa que está protegida del acceso de los microorganismos, ya que está en microporos que son demasiado pequeños para que estos entren, o simplemente porque, en la micro-escala, no hay microorganismos en las proximidades que sean capaces de descomponer las sustancias. Lo cual quiere decir que el contenido de materia orgánica de un suelo mineral puede ser relativamente estable hasta que ocurre un proceso de perturbación como la labranza, mismo que expone a ataques a la materia orgánica previamente protegida, y por lo tanto causa una oleada de biomasa microbiana a medida que la microbiota del suelo utiliza ésta fuente de energía recién liberada, asimismo, conduce a una reducción en el contenido de la materia orgánica del suelo.

El ciclo del Nitrógeno depende en gran medida de la biota del suelo. La mayor reserva de Nitrógeno es la atmósfera, con casi un 80% de este elemento. El Nitrógeno gaseoso no puede ser utilizado por la mayoría de los organismos terrestres, incluidas las plantas. Primero requiere ser “fijado” por los microorganismos, ya sea mediante la actividad de microorganismos de vida libre como las cianobacterias y varios géneros de bacterias y actinomicetos, o bien por microorganismos simbióticos como Rhizobium, que forman nódulos en las raíces de las leguminosas. Este proceso de fijación de Nitrógeno convierte el Nitrógeno gaseoso en amonio, que puede ser utilizado por las plantas. Una gran fracción de este amonio también se convierte en otras formas disponibles para las plantas, primero en Nitrito (NO2-) y luego en Nitrato (NO3-)

La conversión de productos nitrogenados, como Nitratos y Nitritos, a gas Nitrógeno se produce mediante un proceso conocido como desnitrificación. Este proceso ocurre en condiciones anaerobias, en las que las bacterias utilizan Nitrógeno para la respiración anaerobia debido a la ausencia de Oxígeno.

El ciclo del Nitrógeno tiene implicaciones agrícolas y ambientales muy importantes ya que afecta la fertilidad del suelo, debido a que el Nitrógeno con frecuencia es el nutriente limitante para el crecimiento de los cultivos, y también puede ser una fuente del gas N2O, de efecto invernadero.

Por estas razones, entre otras, el ciclo del Nitrógeno se ha convertido en un tema de investigación importante en los últimos años. Esto ha arrojado nueva luz sobre los procesos y organismos involucrados en dicho ciclo. Por ejemplo, las investigaciones han descubierto las diversas funciones que las arqueas desempeñan en el ciclo del Nitrógeno y han demostrado que son capaces de realizar ambos procesos de asimilación, como la fijación de este elemento y la asimilación de Nitratos, así como funciones de disimilación, como la respiración de Nitratos y la desnitrificación (Cabello et al., 2004).

Hay muchos otros nutrientes que son vitales para la vida en este planeta que tienen fases edáficas importantes que dependen de la biota del suelo, generalmente para las etapas de descomposición del ciclo. Por ejemplo, el Fósforo es un elemento importante para la vida en la Tierra y se utiliza para diferentes procesos biológicos, además de ser una parte vital tanto del ADN como del ARN. Si bien las plantas son los organismos más importantes en lo que respecta a la absorción de Fósforo del agua y el suelo, y de su disponibilidad a través de los diferentes niveles tróficos, nuevamente es la microbiota del suelo la que libera Fósforo al medio ambiente a través de la descomposición de plantas y animales muertos.

Referencia:

Gardi Ciro and Jeffery Simon. Soil Biodiversity. Joint Research Centre, Scientific and Technical Reports Institute for Environment and Sustainability. Land Management & Natural Hazards Unit.

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